Este chino me ha sorprendido gratamente, llevo muchos veranos pasando por delante y jamás se me había ocurrido entrar hasta que el otro día nos entró mono de asiático. Para empezar la decoración es muy blanca y minimalista en comparación con la mayoría de los chinos recargados y ostentosos, pero a lo que vamos, la comida está deliciosa, nada aceitosa y muy sabrosa, pedimos rollitos de pato y para mi sorpresa se podían distinguir todos los ingredientes que había dentro, pero lo que más me gustó fué el pato Pekín, estaba fantástico y las obleas eran las que a mi me gustan nada de mini crepés que no pegan ni con el pato ni con la salsa. Salí encantada, el trato es muy agradable, se nota que es un negocio familiar, si venís a Benicassim y os apetece comida china os lo recomiendo totalmente.