Es la gasolinera que tengo más cerca del trabajo y la verdad es que suelo ir con frecuencia. Pertenece a la cadena galp y ahora me hacen descuento al pagar con la tarjeta así que siempre que puedo paro ahí. Hay generalmente dos personas trabajando que son muy simpáticos, pero no me gusta tener que echarme yo la gasolina y aquí casi nunca me la echan. Por lo demás bien, tienen buen acceso, hay pequeños talleres al lado, puedes comprar bollería fresca, sandwiches y si te falta algo, al ladito hay un bar.