Low Cost Festival

Este es el quinto año que voy y cada vez menos Cost y más Low. Cada año los precios dentro del recinto son más y más caros y los grupos que llevan menos llamativos y muchas veces repiten cabezas de cartel. Por algo pasó de ser Low Cost a Low Festival
Este año han mejorado algo, y es que en ediciones anteriores no podías salir del recinto para volver a entrar. Esto cambió hace un par de años, aunque con limitaciones horarias y es que si salías del recinto en las horas punta perdías el derecho a volver a entrar. Todo muy rancio. Este año, por fin, ya tenías libre circulación

Para mí este festival es uno de los «must» de Benidorm y del panorama festivalero estival.
Lleva 6 o 7 ediciones y yo estuve en la primera en el puerto de Alicante y llevo cuatro consecutivas en Benidorm. La verdad es que ha ido mejorando con los años. Dejando a un lado los grupos, que eso es muy relativo y varía según los años y gustos musicales, se ha convertido en el festival más tecnológico de todos los nacionales.
Cada año se esfuerzan más en mejorar la entrega de pulseras, en agilizar las colas de entrada, en que las consumiciones se hagan de la forma más sencilla y rápida.
El año pasado implantaron un sistema de pulseras para entrar y salir rápidamente, además de cargar la pulsera con dinero en puntos específicos para hacer más ágiles las consumiciones en barra. Este año además han permitido conectar tu pulsera con tu cuenta de Paypal para no tener que cargar con efectivo, porque todo se puede pagar con la pulsera, la bebida, la comida, etc.
La ubicación está bien, lo suficientemente lejos del pueblo para no molestar mucho y lo suficientemente cerca como para llegar bien andando, en taxi, tram, autobús urbano o coche. Lo del aparcamiento está más complicado, pero no es del todo imposible.
La web da mucho detalle sobre ubicación, alojamiento, servicios, entrada con menores, etc
y además te puedes descargar una app con todos los servicios que ofrecen, los horarios de los conciertos, etc.
Las RRSS están muy activas durante el festival y te resuelven casi cualquier duda en el acto.
Lo único que me gusta poco es el precio de las cosas, pero supongo que es habitual en situaciones y lugares como este. Una caña, un refresco 2.5 euros. la comida (kebabs, porciones de pizza, hamburguesas, rondan los 6 euros).

Dedico mi comentario número 100, justo el día en que hace un año que escribí mi primer compentario en Unilocal,a un festival que en apenas dos años ha conseguido ganarse un huequito en mi tour festivalero del verano.
La ubicación es perfecta, un polideportivo lo suficientemente alejado del centro como para no molestar demasiado a los vecinos y tener algo de aparcamiento (eso sí, con mucha suerte), pero lo suficientemente comunicado con el resto de Benidorm como para poder llegar en bus o andando desde el hotel/​apartamento. Esta es, sin duda, otra de las ventajas de la ciudad en la que se organiza, porque mayor oferta de alojamiento que en Benidorm no se encuentra en ningún otro sitio.
La organización es bastante aceptable para las 20 — 25 mil personas que se dan lugar en un recinto en un solo fin de semana. Los espacios están perfectamente delimitados, los accesos siempre despejados y las salidas identificadas. Hay seguridad en cada zona del recinto, y nada de chulazos de 1,92m. más anchos que un armario y más secos que una pasa. Son seguridades dispuestos a ayudarte, a guiarte si preguntas por algo y a mantener las cosas en calma si la cerveza hace que algo se desmadre.
Hay una zona bien amplia de comida de todo tipo y a precios bastante asequibles, por lo que no hace falta salir del recinto para cenar o picar algo entre concierto y concierto. La bebida se gestiona, ya casi como en todos los festivales, a través de la moneda propia del festival. Aquí se llaman «tokens» y uno de ellos equivale a 2,50 €. La bebida sale algo más cara de lo que debería, pero para compensar, tienes la posibilidad de cambiar los tokens que te sobran al final del festival por euros, algo que en otros muchos festivales no pasa.
El cartel es, en el panorama indie-​rock, de los mejorcitos de España. Los grupos nacionales e internaciones son siempre de primer nivel y por ejemplo este año han gestionado los conciertos de manera que nunca se solaparan los dos escenarios principales. De esta manera, podías asistir a ver todos los artistas del cartel o bien, descansar entre uno y otro sin el aturullo de tener los dos espacios principales siempre llenos. Tienen además un tercer escenario en el que pinchan los Dj’s desde primera hora de la tarde (perfecto para los más festeros), y otro escenario en el que este año han puesto un karaōke que ha hecho las delicias de los que llevan la vena cantaora más a flor de piel que los demás.
Toda la zona de conciertos es de césped, algo que parece una chorrada pero que da la vida (literalmente) a los que entran en el recinto a las 18 de la tarde y salen a las 7 de la mañana. Un descansito sobre tierra arenosa o asfalto a mil grados no es lo mismo en absoluto. El escenario principal tiene también zona de gradas, que permite ver los conciertos desde lo alto sin pelearte por el espacio vital a pie de pista.
Como motivo especial para dar la quinta estrella, sin duda, la limpieza que reina en todo el festival. El hecho de no dar vasos de plástico con cada consumición y hacer que cada «lower» lleve un solo vaso durante todo el festival puede ser algo incómodo para algunos, pero sin duda, es un gustazo poder andar por el recinto sin tener que ir saltando montones y montones de vasos de plástico (con el considerable impacto medioambiental).
Muy muy recomendable para los que quieran disfrutar de buena música durante un fin de semana, en buena compañía (no hay ni el apelotonamiento de gente ni el borreguismo infantil que hay en otros festivales) y llevándose como recuerdo toda una experiencia.