Una Masía rural típica de la zona en un pueblo pequeño junto al Ebro, entre viñedos y frutales. Después de atravesar Benissanet y escasos 500 metros está la casa, con una rotonda en su entrada ya sorprende, pero solo cuando entras por la puerta es cuando te quedas con la boca abierta: la de cosas que hay dentro, desde juguetes antiguos hasta una armadura medieval, trenes de juguete de verdadero coleccionista. Un verdadero museo etnográfico, todo esto en medio de una casa con todo lo que puede uno necesitar para pasar un fin de semana completo. Tan solo necesitaría una pasada de plumero mas a menudo.