Haciendo turismo por Bilbao, se acercaba la hora del picoteo, así que mi guía turístico particular y yo nos dirigimos al casco viejo en busca de unos pintxitos«tipical vascus» y, oye, que nos costó lo nuestro. Pocos bares encontramos en los que se viesen barras llenas de aperitivos y algo de ambientillo. Hay que decir que eran las 13:30h de un muy lluvioso lunes, quizá tuvo algo que ver. Al final encontramos este bar en una de las callejuelas del centro, y me gustaron mucho los pintxos que elegí. Uno de ellos era una rodajita de pan sobre la que iba una loncha de jamón serrano, una seta a la plancha y gulas. Riquísimo. El otro un pequeño sándwich con«txaka»(también conocido como surimi), mayonesa, huevo cocido y un langostino, también rico. Para beber, un «zurito»(equivalente a la caña madrileña) de cerveza con limón. No recuerdo cuánto fue todo, pero los pintxos costaban alrededor de 1,80 € de media, aunque tenían precios distintos según el pintxo. Así que, en general, bastante buena experiencia, dentro de que ir de pintxos por el País Vasco es carito. Me guardo este sitio por si vuelvo algún día a Bilbao.
Iker J.
Rating des Ortes: 5 Madrid
A la hora de abordar esta reseña confluyen dos Unilocalers: uno, el universitario que vivió en Bilbao durante 4 años y se corría sus juergas en este y otros locales y, dos, el temprano pureta qu busca planes más tranquilos en bares de pintxos. Esto nos da, a su vez, información sobre la dualidad del K2: bar de pintxos por el día, local de juerga por la noche. Hace 10 años [ :____(] en mi época universitaria en Bilbao, las juergas empezaban el jueves y terminaban los domingos, y el K2 era una parada indispensable. Sinceramente, hace demasiado tiempo como para recordar precios. Pero íbamos siempre. Los«katxis» de kalimotxo fluían como el Nervión. La otra cara de este bar es su actividad diurna: buen local de pintxos. No os esperéis pintxos de alta cocina como los que podemos encontrar en otros locales del entorno; aquí los pintxos son sencillos pero ricos y bien hechos. Los ingredientes son humildes pero la imaginación es la protagonista. Además, los precios son muy razonables: por 7 pintxos, una coke y un zurito nos cobraron 11,45. Yo esperaba que fuera bastante más caro, así que genial. Así pues, visitad el K2 si os gustan los pintxos u os sentís viejos.