Todo lo que pueda decir es poco sobre la comida de este bar. Probablemente desde fuera se vea pequeño y quizás no llame la atención. También es cierto que no es muy conocido aunque tiene ya algún tiempo el bar. Pues bien me llevo una amiga y tengo que reconocer que no quise ni entrar cuando pare porque no me llamo la atención y la dije de ir a otro sitio. Pues bueno insistió y no se equivoco para nada. La chica que nos atendió era muy simpática y nos estuvo guiando bastante con las tapas y acertó en todo. Eran tapas pero no las típicas de todos los bares. Tenían muy buena presentación y estaba riquísimo. Si tenéis oportunidad de probar garantizo que volviereis y por cierto, los gambones que les saque una foto, pá llorar de ricos.