Hicimos tiempo aquí mientras esperábamos a un amigo que llegaba de Gijón! Fue increíble encontrar un bar así en Cabezón de la Sal. Aunque luego me dijeron que el pueblo tiene bastante vidilla de bares y noche. Lo que me gustó, a parte de la decoración(sobre todo la del baño, que locura) fue que suelen hacer bastantes actividades. Está lleno de carteles de conciertos, de películas, de fotos de referencias culturales… que alegría!!! Nos pedimos la Dougalls que es de Cantabria para esperar y me gusta un montón! Están riquísimas. Así que estuvimos en la terraza del bar, que tiene unos troncos pintados a modo de asiento que me parecen geniales! Estaba lleno de gente pero se estaba muy a gusto porque es bastante grande y tiene doble terraza!