He comido en dos ocasiones en este sitio y ninguna de ellas me ha convencido, he repetido porque venía con compañeros que organizaron el almuerzo cuando yo estaba fuera. El entrecot de ternera un fracaso rotundo, a pesar de haber aclarado a la camarera«lo quiero crudo», contando con que con esa exageración me lo harían poco hecho, me lo han hecho bastante, cargándose así la carne. El servicio pésimo, la camarera era agradable pero en los entrantes nos ha venido insistiendo en si habíamos terminado ya cada plato. Quienes han pedido bacalao al pilpil, han salido satisfechos. Los postres, aceptables. De precio, no es caro pero tampoco barato, 12 menús con entrantes y bebidas, 490 €.