Servicio amable pero estresado, comida muy mediocre(también lo es el precio: menú 15EUR), reducida cantidad y(sobre todo) calidad. Pero ya es algo que hay un menú los fines de semana. Lo que realmente no convenció de que no es un sitio para volver fue el mantel que nos encontramos en la mesa al llegar: súper sucio! Y como lo resuelve el camarero? Tapándolo con sets — en vez de cambiarlo, mira que fácil. Esto a la vista de los clientes, no quiero saber cómo está la zona que los comensales no ven…