Excelente restaurante y hotel en la misma puerta del puerto de Camariñas. Vinimos recomendados y salimos convencidos de las excelencias del lugar. A destacar las parrilladas de pescado y las enormes y sabrosas mariscadas, que se supone que son para dos personas pero que llenaron a tres. El colofón lo pone una selección de postres caseros deliciosos. Recomiendo especialmente el flan de queso. En resumen, un lugar para recordar y recomendar. Es también hotel, aunque no pasamos noche aquí.