Pequeña cafetería situada en una calle bastante comercial de Cornellà, mi ciudad natal. Voy relativamente a menudo cuando voy a visitar a mis padres. Tienen un café más que aceptable y bollería industrial típica. También hacen bocadillos que están bastante bien. Las camareras son muy amables y eficientes, ya que a ambas las conocía de haber trabajado en otras cafeterías, también en Cornellà. Dispone un 5 mesas en la calle, que ahora que viene el buen tiempo se agrade(y a los que sois fumadores mas je je). Por poner alguna pega, el nivel de ruido en el interior cuando se llena es a veces molesto, ya que al ser un local pequeño el nivel de ruido se multiplica.