Monte de San Pedro

¡Cómo me presta que esos vertederos feotes y peligrosos, o terrenos militares se conviertan en espacios naturales tan fantásticos como el Monte de San Pedro!
Se inauguró en 1999, por lo que es un parque del siglo XXI, enorme, estéticamente diseñado y a las afueras. De hecho, desde la ladera puedes disfrutar tanto de unas vistas maravillosas de la cuidad de A Coruña, como de unas mágicas puestas de sol.
No temas ir en coche: tienes dos párquines (qué españolito me ha quedado) gratuitos donde dejarlo. También puedes subir en el ascensor panorámico… Nunca lo probé.
Una cosa que siempre le ha prestado mazo a la Guindi es dejarse caer rodando por el césped. Al estar en pendiente coges una velocidad vertiginosamente divertida y cuando tu cuerpo deja de caer te entra un ataque de risa que quieres volver a hacerlo.
En el monte de San Pedro quedan los dos pedazo cañones que es una gozada recorrer y sentarte a ver el romper de las olas o el trasiego de los barcos. dicen las crónicas que tan solo se hicieron 19 disparos desde el primero en 1933 hasta 1977, el último, y que tenían un alcance de 35 km.
Si estás interesado en las guerras y batallitas, tienes un pequeño museo que versa sobre la importancia estratégica de esta costa durante la segunda Guerra Mundial. El horario es el siguiente:
Invierno (del 1 de octubre hasta el 30 de abril):
Martes y jueves de 16:30 a 19:30 horas.
Sábados, domingos y festivos de 11:30 a 19:30 horas.
Verano (del 1 de abril hasta el 30 de septiembre):
Martes y jueves de 16:30 a 19:30 horas.
Sábados, domingos y festivos de 11:30 a 19:30 horas.
También te puedes adentrar en su laberinto inglés… ¡Suerte para salir!
Si después de tanto rodar necesitas reconfortarte, tienes una cafetería donde hacerte un txisme.

Este lugar era antes una antigua instalación militar de defensa costera del periodo del Interbellum (1918 — 1939). Ha sido recuperado por el Ayuntamiento de A Coruña y transformado en parque público y museo al aire libre de artillería del lugar. Hay dos cañones, piezas de Vickers procedentes de Barrow-​in Furness, Inglaterra y también un cañón antiaéreo. Además cuenta con algunos bunkers.
Para subir puedes optar por el ascensor panorámico pero te aviso que nunca ha funcionado perfectamente y por lo tanto mi prima, autóctona de la ciudad, siempre insiste subir en coche. jajaja
Desde el monte hay unas vistas increíbles de la ciudad y como no, de su mítica Torre de Hércules.

Parque natural echo de una antigua puesto militar. Tiene unas vistas únicas de la ciudad y de la bahía de La Coruña y el plus de un restaurante 1 estrella michelin con unas vistas

No había visto un sitio tan bonito en mucho tiempo. El Monte de San Pedro es un lugar de paz, eso es lo que sentirás si te tumbas en su césped, el mejor césped que he visto jamás.
Lo primero que hice cuando llegué allí por primera vez, fue tirarme dando vueltas por sus cuestas (lo digo en serio), cual Heidi en las montañas; fui completamente feliz!
Este monte albergó antiguamente una antigua sede militar y por eso todavía conserva antiguos cañones y barracones. Pero lo que más me gusta es la inmensa pradera que se extiende junto a la costa rocosa, todo un privilegio de vista sólo «interrumpido» por un restaurante de lujo.
Uno de mis sitios preferidos de la naturaleza.

antigua fortaleza militar, todavia conserva las baterias de disparo y las galerias subterraneas, no se pueden visitar, estan cerradas, tiene una gran estension de terreno com pistas habilitadas para el paseo, desde aqui se ve una estupenda panoramica de la ciudad, tiene de frente la torre de hercules, lo usan muchos parapentistas para lanzarse desde aqui pues es el punto mas alto de la ciudad y las corrientes que se forman hacia el mar los levantan bastante alto, tiene dos parques infantiles, un restaurante, y un mirador que sube desde el paseo maritimo de la ciudad lo que pasa es que a decir verdad, la gran bola casi siempre esta averiada y no sube ni baja, el parque si se viene a coruña y se quiere llevar una buena vista es un lujo visitarlo, entrada gratuita y parquink interior