Casa Picanterra

I don’t know how wet got here because its in the middle of no where. But if you find it, it’s the best paella you ever had. The view is also amazing!!! Muchas gracias a papi de fernando for bringing us here:))))

Sin duda este lugar merece una visita, ya no sólo por la comida sino también el lugar donde está enclavado. ¡Que tranquilidad y paz se desprende!
Entrando en detalle, quizás los precios suelen ser un poco más elevados a otros que he probado en Cullera pero la materia es de calidad y además los platos son abundantes. Y como he dicho, no todos los días se come frente a l’estany de Cullera rodeado del «canto» de los patos.
Pedimos chipirones rebozados de entrante (muy abundante y riquisimos) acompañado de pan tostado y ajoaceite (como debe ser). Y de segundo pedimos una paella de marisco.
La paella estaba muy buena y mucha cantidad para dos personas. Por poner una pega quizás le faltaba algo de marisco en base a lo que he visto en otras paellas de la zona.
La atención de los camareros es muy buena. Una cosa destacable y que hace que le de las 5 estrellas bien merecidas antes, es que piensan en si vas con un perro. Disponen de un espacio más apartado para que puedas disfrutar junto a tu mascota en la terraza y que no se ponga nervioso por el paso de personal (sin duda un acierto)

El hecho de irte de excursión a buscar Casa Picanterra ya es un valor añadido al posterior goce gastronómico. Deambulas por carreteras pequeñas e imbricadas de esas que huelen a arroz y que te van abriendo el apetito.
Sin duda alguna lo mejor del local es su ubicación. El lugar está emplazado en un lugar verdaderamente hermoso: nada más ni nada menos que a las orillas del estanque de Cullera.
Nos sentaron en una de las mesas de la terraza más próximas al lago con lo que la vista no tenía precio. A esto se sumó el afectuoso trato que recibimos desde nuestra llegada.
Los entrantes fueron abundantes y sabrosos: tellinas bien limpitas y croquetes de llisa y el plato principal consistió en una paella de rojos y rape del mediterráneo requetebuenísima. Nos costó decidirnos por una ya que su lista de arroces es amplia y muy sugerente.
No podríamos decir que es un sitio barato pero tampoco caro si tenemos en cuenta todos los factores descritos anteriormente: exquisita ubicación, materia prima, elaboración y trato.
¡Para repetir!

Allá por los años ’70 mi abuelo compró una casa en un pueblo de la costa valenciana, que en aquellos años vivía un enorme boom inmobiliario. A día de hoy la casa sigue allí, y el pequeño pueblo creo que duplica, cada verano, su número de habitantes.
Como buen madrileño, siempre he dicho que la playa de Madrid está en Valencia. Y ahora más que nunca, que con el AVE se tardan escasos noventa minutos en arribar a Valencia, y luego no hay más que coger un Rodalía (Cercanías) a donde quiera que vayas.
El caso es que, desde tiempos inmemoriales, hemos ido a este restaurante a comer paella. Ya no recuerdo las veces, pero han sido tantísimas que lo considero casi una segunda casa. Y este sitio es, de hecho, el motivo por el que nunca jamás de los jamases llamo paella a ningún arroz que se haya elaborado fuera de valencia. Puede ser arroz, o arroz con cosas, pero desde luego que no es paella. La paella tiene un sabor muy especial, y la de este sitio me parece absolutamente espectacular.
Es verdad que, con el paso de los años, han ido perdiendo un poco. Los postres, por ejemplo, están bastante a años luz de la calidad de la comida, y es una pena. Es por eso que no se lleva cinco estrellas, la verdad… porque de lo contrario, el lugar y la ubicación, al lado de l’Estany es impresionante.