L’Hort

No sabíamos donde comer y hemos entrado aquí porque la terraza nos ha llamado la atención. Tiene unas vistas preciosas.
El menú del día son 12 euros y consta de primer plato, segundo, postre o café, pan y bebida. Hay 3 primeros para elegir así como 3 segundos. Hemos probado la sopa casera, pollo y albóndigas y estaba todo delicioso. De postre, pudding de manzana.
La atención rápida. Muy amables en todo momento.
Para repetir!

El restaurante merece la pena por su comodidad, vistas y amabilidad de sus camarer@s. Los platos son normales igual que sus precios. Patatas Bravas, calamares, croquetas caseras todo aceptable. Quizás volvamos para probar el puchero típico de la zona. merece la pena si vais a Castell de Guadalest.

Ubicado en el municipio alicantino del El Castell de Guadalest posee unas vistas sencillamente espectaculares. Además si se elige la terraza se puede disfrutar del aire fresco del lugar.
El restaurante tiene un aire rústico, de pueblo y aquí es donde tiene para mí su principal atractivo, que otros restaurantes del lugar por una cuestión de estricta ubicación física no pueden ofrecer. Tal como mencionaba anteriormente posee una amplia terraza que da directamente a un valle. También cuenta con un amplio salón interior con grandes ventanales que gozan de la misma orientación que la terraza.
En cuanto a la comida, pedimos el menú del día de 12 € más IVA, donde se eligen primeros y segundos. La calidad es bastante normal, siendo una cocina que se identifica más con un bar que con un restaurante. Gastronomía más bien tradicional y de mercado. El tema del vino ofrecido con el menú bien merece un capítulo aparte: además de servirlo literalmente caliente, era bastante malo, muy malo, como de garrafón que se suministraba en jarritas «rellenables». Aunque nada estaba mal o nos llegó a desagradar (a excepción del vino) ninguno de los platos nos sorprendió en demasía, aún teniendo en cuenta el precio. Les puedo asegurar que he comido mejor pagando más o menos lo mismo. Ni siquiera el postre… Habría que probar aquellos que venden en su carta como «platos típicos» a ver que tal.
El servicio es rápido y amable pero poco elegante o correcto. Aquí nos vuelve a venir a la cabeza el concepto de Bar o como mucho Bar-​restaurante.
La relación calidad precio también dentro de la normalidad. No es sitio para sorprender a nadie…

Desde su terraza cercano a la barandilla o desde su sala, pegado a las ventanas, se disfruta de todo el valle de Guadalest.
Excelente servicio, atento, amable y sin hacerte esperar. Platos de todo tipo con especialidad en platos típicos de la zona. Olleta, Cordero, Pelota, Minxos…
El cordero y la olleta que probamos, riquísimos. Precio muy ajustado y buen ambiente en su terraza (donde estuvimos)
Todo el casco antiguo de Guadalest es peatonal, pero existen parking públicos sumamente cerca.
Para recomendar y repetir su existe nueva ocasión.