La cafetería Mimela es un establecimiento situado en la principal arteria del pueblo, ofreciendo una localización no muy céntrica pero si muy transitada. Como en cualquier cafetería sirven cafés y refrescos, pero lo que personalmente a mi más me gusta son los chocolates calientes. Con los cafés ponen bollos y en Reyes roscón como debe ser. También, tras un tiempo te ponen una tapa, por ejemplo churrasco. Hablando del establecimiento en sí, es amplio y con un diseño relativamente cuidado, excepto la parte superior donde el techo es muy bajo y los baños no son aptos para claustrofóbicos. Aunque no siempre funciona hay conexión Wi-Fi. El servicio no es destacable, ni para bien ni para mal.