La Pensión Playa de Sardiñeiro está en la carreterina que te lleva a Finisterre, con una parte que da a dicha carretera, y la otra que da a la playa. No busques la recepción por ningún lado, ve al bar de al lado y pregunta a la chica. Allí mismo te harán el check in y te dará las llaves del portal y de la habitación. ¡Espero que tengas mejor suerte que nosotros, que éramos dos Aránzazu y se nos equivocó de habitación! De hecho, cuando entramos y vimos las dos camas gemelas y la litera, nos encogimos de hombros. No tardó ni cinco minutos en volver y darnos una habitación de matrimonio. Tampoco hay ascensor, así que ve con maleta ligera a no ser que quieras ahorrarte el gimnasio. La habitación es luminosa: muy sencilla y limpia. No tiene ni lámparas en las mesillas de noche ni teléfono. Tuvimos la mala suerte de que estaban haciendo obras en la carretera y entre el ruido que armaban y que perforaron la tubería del agua, nos dejaron sin ducha, y sin poder lavarnos los dientes por la mañana. En el desayuno puedes elegir entre una pieza de bollería y café o leche con cacao o zumo de naranja natural.