Playa familiar, con buenas instalaciones de duchas, sombrillas, hamacas y algún castillito para los peques. De arena no muy fina y oscura, dependiendo del sitio te puedes encontrar algunas rocas en el fondo. El agua en general suele estar limpia todo el verano y no muy fría. Como todo, en verano el mayor problema es la saturación, resultando imposible encontrar un hueco cerca de la orilla para la sombrilla si no madrugas. Por contra, su excelente clima permite disfrutarla casi todo el año. Lo mejor, sin duda, es su extenso paseo marítimo que sirve tanto de ventana al mar como balcón de la ciudad donde pulsar su vida nocturna, pasear a cualquier hora, recorrer en bici o comer unos espetos de sardinas en cualquiera de sus innumerables chiringuitos.(La Caracola, por ejemplo es una buena opción).