Este bar no es nada del otro mundo. Un bar normal, con comida normal, en un sitio normal, pero tiene algo que lo hace grande. Un menú adaptado a las economías más apretadas. Se han adaptado a la crisis como han podido, y han sacado una idea muy buena: desglosar el menú. Tienen un menú casi siempre con pasta o arroz, y sentarte a comer un plato cuesta 1’99 €. Eso es, te cuesta un plato de arroz a banda(por ejemplo), menos que un bocadillo. Y la calidad es buenísima. El cocinero tiene buenas manos. Si te pides una botella de agua y un café, la comida te puede salir por 4 €. Siempre pensé que no era necesario comer dos platos en los menús, y a veces me corto a la hora de pedir menú por esto, pero con este bar, las cosas van cambiando. Como broche, tienen un parquecito para niños donde pueden jugar o pintar en sus libros o mesitas. Ya digo, nada del otro mundo, pero muy apañado todo.