Para mi es tremendamente desagradable comprarme ropa. Lo detesto, me pone de mal genio, por ese mismo motivo suelo ir sola o no lo planifico, paso por alguna tienda, entro, miro y si me gusta algo, lo compro, pero tener que verme obligada a comprar algo que además lo voy a usar unas horas y después no lo volveré a ver en mi vida porque quedará relegado al fondo del armario, me parece una perdida tiempo, de dinero y de todo. Pero me tenía que comprar un vestido para mi boda. Ya había ido a otros lugares y la verdad es que en este encontré lo mejor, además me atendieron con toda la paciencia del mundo a pesar de que andaba con cara de perro. No me compré un vestido de novia, porque no tenía ni la más minima intención de ir de blanco, pero me quedé con un conjunto guapísimo que me costó la mitad que el vestido de novia más barato de la tienda y ahí está, desde la boda guardado en el armario esperando a apolillarse.