Este bar se localiza en Gilena, un pueblecito de la sierra sur de Sevilla. Se encuentra en una de las calles principales del pueblo, por lo que no pasa de desapercibido. En este bar te puedes tomar tanto una copa como comerte un dulce o un helado, por lo que tiene variedad, y sobre todo en los tés que ofrece. Además también hay variedad de cervezas, algo que llama la atención a su clientela más cervecera, puesto que en los demás bares del pueblo no existe esa variedad. Lo más llamativo del bar, haciendo honor a su nombre, es que las paredes van cambiando de color constantemente, algo que lo hace especial entre los demás bares del municipio. A parte de la zona interior, tiene una terracita donde tomarte algo con el solazo dandote en la cara es un gustazo. El trato es excelente, ya que los camareros son muy agradables, y el servicio es rápido. Los camareros siempre ponen algo para picar, como frutos secos, gominolas o unas aceitunas. Y el precio de los productos es acorde con lo que ofrecen. Personalmente es un bar que a mi me gusta mucho, por lo que no me queda otra que darle 4 estrellas. Es muy recomendable.