No voy a hacer ninguna valoración sobre la comida que se sirve aquí, solamente observaciones sobre el local. Está justo en frente de la playa, con unas vistas inmejorables. Dispone de terraza y de dos plantas. Siempre tiene una cola larguísima para pedir cuando hay algo de gente en la playa. La bebida te la has de servir tu mismo, el dispensador está fuera de la barra, y por lo que supongo, podrás repetir tantas veces como quieras. Fuera de la temporada alta, se puede aparcar en la propia puerta, en el paseo. En temporada alta, aparcar se puede convertir en una odisea.