Hotel rústico de cuatro estrellas situado en pleno corazón de la Villa de Grazalema. Dispone de pocas habitaciones las cuales suelen estar muy solicitadas. Ideal para una escapada romántica. Puedes disfrutar de restaurante, piscinas, jacuzzi y gimnasio. Las noches son muy tranquilas, solo escuchas ruidos de la naturaleza lo cual es muy relajante. El servicio se portó de categoría, nos encantó su forma de atendernos. Sin duda una buena elección para unas tranquilas vacaciones.