Es raro, muy raro, el jiennense que no conoce este sitio. Es más, diría que es casi imposible. No es un restaurante, ni siquiera un bar, es una tasca. Así. Con todas las letras. T A S C A. No hay mejor definición, y ¡ojo! no hay que leerlo con un tono peyorativo, ni mucho menos, todo lo contrario. Es una de las tascas de referencia en la ciudad. La zona de tasquitas de Jaén es muy conocida y esta, junto a La Barra y al Gorrión, se lleva la palma. Es una casa fundada en 1886 si no recuerdo mal. Tiene cientos de años de tradición y eso se nota. Cuando entras al local, te trasladas a un lugar con mucho encanto que desprende historia a borbotones. La decoración llama mucho la atención. Hay varias mesitas con taburetes para degustar un buen vino o una caña fresquita de cerveza. Con cada bebida te ponen una tapa, deliciosas las migas con morcilla y ajito, aunque también hay chistorras, patatas alioli y todos los domingos hacen paella. Resulta bastante curioso ver cómo de vez en cuando llegan personas y atraviesan la barra para pasar a otra zona. Sí, Unilocalers. El acceso al comedor está tras la barra por lo que para entrar es necesario que levanten un trozo de barra y te conviertas en camarero por décimas de segundo. Además de las citadas migas, es un buen lugar para comer raciones y medias raciones bastante clásicas. Un lugar con encanto para tomarte la primera bebida o lanzarte y asistir al comedor para ponerte hasta arriba de raciones.