Este asador hace honor a su nombre y entre los platos recomendados están los asados de cabrito y cordero. El entorno no destaca especialmente pero es correcto. La decoración encaja perfectamente con la de cualquier asador tradicional. Pedimos un carpaccio de Buey de entrante, y un mil hojas de presa y un asado de cabrito como principales. El carpaccio rico sin más(ni menos). El milhojas una guarrada en la que mezclaban la carne con un pimiento, una rodaja de queso de cabra… intentar hacer algo moderno en un asador tradicional tiene muchas probabilidades de error, aunque a mas de uno le gustará. El asado simplemente, no estaba a la altura. La piel en vez de crujiente era chiclosa y la carne, pasada de cocción, no estaba jugosa. Lógico cuando no lo has encargado previamente, pero ilógico cuando el camarero te lo recomienda. En la propia carta indica que los asados deben ser por encargo por lo que recomiendo encargarlo. Probablemente los asados por encargo merezcan más de dos estrellas pero yo no tuve la suerte de probarlos.