Lo primero que tengo que comentar es sobre la calidad del producto principal, los churros, estaban muy buenos, y el chocolate también. La atención también es un punto positivo, ya que era aceptable. El problema está en la carta, ya que al pedir la ración de churros, producto principal de ellos, el precio casi triplicaba el precio normal de una ración de ellos. El problema es que en la carta que te dan nada más entrar, no están los precios de los mismos, sí de todo lo demás. En conclusión es un lugar bastante aceptable, con el problema que sales con la sensación de «timo» porque el precio para nada te lo esperas.