Anoche disfrutamos de una excelente velada de humor en este auditorio, de la mano de Joaquín Reyes. Siendo un escenario pequeño, resulta un espacio bien distribuido, con una excelente visibilidad y muy buena sonoridad. La distribución de los asientos es cómoda y práctica, sin apreturas. En demsiados sitios el énfasis en añadir más filas de asientos se traduce en incomodidad para el espectador: no es el caso, aquí te sientas sin agobios, no te sientes doblado ni apretado y en caso de que alguien tenga que pasar no es necesario aplastarse contra el respaldo. Por lo demás poco que añadir, pese a no estar demasiado céntrico con respecto a Las Rozas el Joaquín Rodrigo está bien comunicado y los precios son razonables.