La Dehesa de Navalcarbón es más que un parque, es un área forestal de grandes dimensiones. En primavera merece la pena pasear por los caminos y ver los almendros en flor. Pero también resulta divertido perderse entre los pinos, siguiendo caminos de modo aleatorio, y encontrarte reliquias de la época de la guerra como varios bunker repartidos por la zona. Seguir los senderos que van paralelos al río es una gozada. Y aunque este parque es muy visitado, no tendras la sensación de invasión y se puede sentir cierta calma. Tiene una zona recreativa, con muchos columpios y merenderos y también elementos destinados a hacer deporte. Puedes hacer unos estiramientos y flexiones antes de darte a la carrera por el parque. Y al ser una zona acotada, no tengas miedo de perderte, que aunque tengas la impresión de estar alejado de la civilización, las fronteras en forma de vallado y carreteras, te recordaran que la magia se termina una vez sales del parque.
Mariajose M.
Rating des Ortes: 5 Las Rozas, Madrid
El pulmón de Las Rozas, me gustaba mucho ir a pasear con mi perro en verano. Hacia tiempo q no iba y he estado últimamente haciendo fotos. Un buen sitio para pasear, hacer deporte y en verano para pasar un rato agradable en un bosque en plena ciudad.
Teresa A.
Rating des Ortes: 4 Las Rozas de Madrid, Madrid
Pinar grande y bastante bien cuidado, con multitud de senderos perfectos para correr o pasear al perro. Tiene una zona de juegos infantiles y mesas para picnic a la entrada, algo sucia y ruidosa, sobre todo los fines de semana, que se llena de familias con las neveras y las tortillas… Hasta he visto celebrar cumpleaños allí… Pero es un espacio lo bastante amplio como para que haya sitio para todo, y merece la pena por lo grande que es y lo cerca del pueblo que está(al lado del recinto ferial y el polideportivo de los campos de fútbol). Tiene varios arroyos(en tiempos iba a ser parte del canal navegable que se quería construir para llegar hasta Sevilla), que le dan ese toque rumoroso y agradable del sonido del agua mientras paseas. A la entrada, hay una placa que explica el proyecto que nunca se llevó a cabo: «El canal de Navalcarbón fue proyectado por el ingeniero D. Carlos Lemaur en 1781 bajo el reinado de Carlos III. El proyecto se denominaba „Relación del proyecto de un canal navegable desde el río Guadarrama al océano que pasara por Madrid, Aranjuez, La Mancha y Sierra Morena: Orden y método para acertar en su ejecución“. Se trataba de unir la corte con el Guadalquivir a su paso por Sevilla con un canal navegable. Este serviría como elemento de comunicación para el transporte del grano de Castilla y de los materiales necesarios camino de las Américas. El canal se iba alimentando de los escasos recursos fluviales a su paso por la meseta y por la serranía andaluza, para ello era necesario tomar las aguas de los diversos ríos y arroyos, encauzarla siguiendo un curso nivelado y salvar las diferencias de cota con esclusas. La primera fuente del canal se establecía a pocos km. de aquí, en la presa del Gasco en la ribera del Guadarrama. Se desarrollaría una primera fase, la más costosa entre el Gasco y la corte; ésta seríà la que diera fama al canal y con la que se podrían transportar los materiales para la construcción de los siguientes tramos. Las obras dan comienzo en el inviernos de 1787 con tan solo 100 hombres. Al final de la primavera se hallan concluidas las cuatro leguas que median entre la presa y Las Rozas. En marzo de 1799, tras una fuerte tormenta se produjo un deslizamiento de la parte central de la presa arruinándose en su totalidad. Una vez coronada, hubiera doblado en altura a la presa más alta de la época. Poco después se ordena la suspensión de las obras quedando interrumpida la obra hidráulica mas importante del S. XVIII». Ojalá se mantenga mucho tiempo a salvo de los incendios que en verano destrozan tantos sitios preciosos…