El Café Belle Epoque es un clásico entre las cafeterías leonesas. Tiene un aire ‘retro’ muy bonito. Es muy acogedor. Quizás el problema que tiene esta cafetería es que está demasiado escondida entre estrechas callejuelas y es dificil dar con ella. Yo la primera vez que fui me llevé una grata sorpresa al encontrarlo. Es muy amplia y la musica suele estar muy suave, es mas bien para tomar un café tranquilamente. Tanto la limpieza del local, como el trato con el cliente está muy conseguido. El camarero es muy educado y eficiente. Totalmente recomendado.