Camarote

como todos los sitios de León, barato y supertapa.
Este se sale de la normalidad por ser rollo andaluz, las tapas también tiran por ese lado. Patatas fritas caseras, salmorejos, olivas…
barra muy grande y bien distribuido, con muchas mesas altas para las consumiciones. Decoración taurina
Está petado, pero es muy grande y es fácil pillar un cacho de barra o mesa

Nada mas llegar a León fuimos directas al Camarote que me lo recomendo una amiga leonesa, ya que aqui lo mas conocido son sus sopitas de ajo, el salmorejo y sus patatas fritas caseras y queriamos comprobar si era asi y asi fue.
Las sopitas de ajo te las ponen en unas jarritas super cucas y originales, y decir que estaban cuajanudas, ricas y con condimento con caldo de congrio y huevo escaldado y panecillos dentro! las acompañamos con un buen tinto que entraba muy bien! Las patatas caseras tambien estaban ricas!
El ambiente es pijo-​taurino y de gente mas mayor, mas clasico pero vamos que estaba bien el sitio y para empezar la noche era el sitio idoneo :)
Fueron 3 vinos y un corto (lo que aqui llaman a la caña) dandote a elegir entre las tres tapas que comente, por 8 €

Probablemente el mejor lugar de tapas de León, de calidad, con estilo, con encanto, cenar unas raciones con un buen vino, lo mejor. La decoración del bar cambia cada temporada, y cada temporada supera a la anterior. El rincón de Carlos, mi sitio preferido. Javi, insuperable. Su equipo, lo hace posible.

Uno de los mejores bares de León, tapas excelentes, buenos vino y mucha gente. Javi, el propietario, es un autentico relaciones publicas y su local se transforma cada temporada en algo diferente. Si vais a conocerlo no os decepcionará.

Se tapea muy bien. Hay tapas excelentes como las almejas a la sartén, el jamón muy bueno, calamares ok, croquetas ricas, ricas. Tiene pocas mesas. La bodega un poco cara. Pero lo peor la prepotencia de algunos camareros (no todos). Atienden primero a sus amistades que ha llegado después que tú. No te hacen caso y encima te tratan con mala educación. Tres veces me fui sin poder comer las almejas. Volveré a comprobar si han cambiado de camareros.