Se definen con el epígrafe de compra-venta de libros usados, pero a mi me gusta la denominación más castiza de librería de viejo. Puede que a alguien le suene peor lo de viejo, pero ¡usado! No sé, en todo caso algo así como«Librería de libros ya leídos». En cualquier caso me gusta que todos esos libros acaben en establecimientos como éste y no en el contenedor del papel. Esta sucursal(tienen otra tienda en Raimundo Fernández Villaverde) vuelve a los orígenes, ya que, como cuentan en su web, el abuelo fundador comenzó con un carro comprando y vendiendo en el barrio de Chamberí. Es un local moderno y ordenado –largo y estrecho– muy lejos del aspecto de viejo almacén que tenía su antigua tienda de la Calle Dulcinea. En definitiva, una librería donde encontrar libros descatalogados, ediciones perdidas que no tienen porqué ser costosas, curiosidades e incluso libros de coleccionista. Todo tipo de materias y temáticas, y también tebeos y cómics. Eso sí, algún día formaron parte de la vida de algún desconocido.