Anjor

«La mejor terraza de verano del barrio de Carabanchel con los mejores y variados aperitivos». Eso es lo que dice Luis, el dueño. Le daría totalmente la razón si no fuese por lo colchonero que es (yo soy un poco merengón) y porque además es una peña atlética.
Yo he vivido 33 años en Carabanchel y sí que puedo afirmar que está entre mis top five. Los aperitivos son espectaculares, por cada caña te pondrá mínimo tres tapas y si os juntáis 5 o 6 las mesas del bar se os quedarán pequeñas para colocarlas.
Un ejemplo. Yo voy cada sábado por la tarde después de acumular otra derrota en la liga municipal de carabanchel de fútbol 7 (culpa de los árbitros, siempre), a tomar unas cañas y deformar la realidad del partido (¿viste el caño que le hice al defensa? Te tenía que haber pasado al balón cuando me regateé al octavo jugador, pero ya iba con hambre de gol. Pero si sólo juegan siete, fantasma, y eres incapaz de regatear a mi abuela).
Me pierdo. Cuatro de la tarde. Pedimos 8 botellines y aparece Luis con una bandeja de ocho huevos fritos con patatas. No te digo ná y te lo digo to. Como diría Sabina: ¡Qué viva mi atleti, de Madrid!