Apetit’Oh

He hecho varios cursos con ellos, tres o cuatro, empecé por uno de brunch, hice uno de sopas frías, otro de cocina Tailandesa y otro que ahora no recuerdo, pero me falta uno.
Todo el mundo coopera y todo el mundo aprende, por buscar una pega, puede que al estar haciendo X (cortar algo, preparar alguna salsa o lo que sea) te pierdas algo del proceso, pero siempre te dan el recetario del curso para que luego puedas hacer todo en casa.
He ido tanto a cursos dado por los propietarios como por profesores externos.
Al final te lo comes todo acompañado de un vinito y los compañeros del taller.
Muy recomendable para hacer o para regalar. Hacen además talleres para grupos (trabajos, cumples y demás) que me parecen muy buena idea

Por mi cumpleaños me habían regalado un vale por un taller de Apetit’Oh que tardé eones en canjear, por fin me puse manos a la obra y dije este mes voy, vi los cursos que más me atraían de los que me cuadraban por los horarios, escribí y reservé.
Tuve un pequeño incidente, y es que cuando reservé me grabé a fuego que la clase empezaba a las 11:30 ¡¡error! Empezaba a las 11, por lo que llegué cuando el fumet ya estaba hecho… mi taller fue de arroces y rissotos, éramos 14 personas de todas las edades, la chef y su pinche para arriba, para abajo, limpio esto, caliento lo otro…
Hicimos 4 platos: arroz negro, rissoto cremoso con setas y perejil, rissoto ai cavolfiori y arroz caldoso con carabineros.
Llegas, te pones tu delantal y te dan las hojitas con las recetas.
Hay una meseta de cocina alrededor de la cual todo el mundo se pone y entre todos se cocina.
Los calamares se limpian así, venga, ¡hazlo tú!, hay que cortar esto finito, venga a hacer aquí un alioli… y así pasan dos horas de enseñanzas y prácticas que puestas en común dan pie a la degustación regada con un vinito.
Me pareció una genial experiencia, válida para ir solo, acompañado y para regalar.

Esta cocina acogedora ha sido esta vez sede de un taller de croquetas especial. Me encanta el sitio, cómodo y amplio para las clases. Nos lo pasamos genial, ya que son clases desenfadadas, y nos liamos (literalmente) a las croquetas!
Luego nos las comimos muy agustito, por supuesto. Lo mejor: las de bacalao con naranja…¿Queréis la receta?: pues os apuntáis… :)

Es muy necesario para mi hablar de este gran lugar que puedes encontrar en Madrid que se llama apetitoh, Pues gracias a el he tenido la oportunidad de conocer a gente fantástica a las que le tengo un cariño especial, como son Concha y Ruth, quienes llevan este pequeño taller gastronómico de una forma magistral.
Madre e hija trabajan conjuntamente para hacer de apetitoh un lugar muy agradable donde realmente da gusto pasar el rato. Un lugar donde he pasado ya muchas horas en los cursos de
y otros eventos.
Con una decoración magnifica y totalmente relacionada con la gastronomía, como por ejemplo el echo de que algunos de los percheros onde colgar los abrigos son ni mas ni menos que cucharas! Una genialidad. Por lo demás es tan solo una cocina muy bien montada e ikea en el centro el local, con una isla con bancos alrededor donde caben aproximadamente una diez personas que podrán disfrutar plenamente del curso que se imparta y participar ellos cocinando lo que sea.
Con un plan de cursos adaptados para todos, tienen desde cocina para principiantes, hasta para mas expertos, pasando por los minitalleres que si bien o imparten ellas o puede ser que lo imparta cualquier otra persona que también tenga algo que enseñar.
Yo por ejemplo he estado preparando allí un taller muy divertido cuyo nombre es «Alta cocina para ineptos» Que si bien aun no hemos podido realizar, aun tengo esperanzas de que algún día sacare tiempo para organizarlo como es debido.
Con unos precios muy asequibles, pues el mas caro puede ser que te cueste 50 euros, pero vamos que la mayoría rondan los 30 o incluso los 15 euros.
Ademas te pondrás hasta arriba de comer, como por ejemplo en el taller de empanadas, en el que después de hacer las empanadas, te quedas allí unas horas acompañados e buen vino y vas haciendo buena cuenta de las empanadas que se han ido haciendo. O los talleres de Esther Sanchez de chocolatisimo, donde si te gusta lo dulce tienes que ir. Pues esta chica hace algunos postres que son realmente para verlos y por supuesto para probarlos después.
También organizan cumpleaños para niños (Y mayores!), donde los niños se lo pasan pipa haciendo por ejemplo cupcakes, jugando con la pasta e azúcar como si fuese plastilina. Tienen servicio de catering, comidas o cenas privadas allí, e incluso organizan despedidas de soltero y soltera. Y es que esta madre y esta hija que son concha y Ruth, no se de donde sacan el tiempo y la energía para hacer tantas cosas, pero esta claro que too el esfuerzo les esta valiendo la pena, para crear en Madrid un pequeño espacio el cual cada vez que me acuerdo me arranca una sonrisa sincera.