This is located in a large theater so the atmosphere was interesting. I was not impressed with the food I got at the restaurant. After we ate, we went downstairs to the tapas bars and that looked like it was more fun and had better choices of tapas. Hindsight, I would skip the restaurant and instead go to the tapas bars located on the bottom level.
Ivailo K.
Rating des Ortes: 5 Greenwich Village, Manhattan, NY
Great place at the Platea gastronomic building. It is in a big former theater with many tapas places and bars below. Food and service are fantastic. Live music with different bands change constantly. This place is normally fully booked in the evening so advanced reservations are needed
Pamplinero T.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Reseñada publicada originalmente en 11870 en julio de 2014 Arriba es un sitio ideal para compartir raciones, simpático, cuidado, bien puesto y muy bien localizado. La comida… bueno, con altos y bajos. No es mala pero tampoco es inolvidable y se puede ser inolvidable en múltiples segmentos, no sólo en el de los menús de degustación de más de 100 euros. Sin embargo Arriba no es de Ramon Freixa. Es más, Arriba NOES Ramon Freixa. No cumple con la calidad que se asocia a este nombre y sólo se aprovecha de él. No me vale que sea un Freixa ‘low-cost’ y que le estoy pidiendo peras al olmo. Hay cientos de restaurantes en Madrid de este tipo que cumplen mejor en precio y calidad que Arriba y esto hace de Arriba un fiasco. No se come mal pero de Arriba no salen contentos ni tu estómago ni tu cartera y un fracaso gastronómico se produce si por lo menos uno de los dos no lleva buena cara a la salida de un restaurante. Una cena consistente en: — Buñuelos de bacalao: Secos. — Ensaladilla rusa con esferificación de aceituna entre dos láminas de torta crujiente: Muy rica, la verdad –Txuletón a la piedra: Trinchado y poco hecho. No era para echar cohetes, cada vez cuesta más encontrar buena carne. –Canelones de tres carnes: Los típicos canelones de Sant Esteve, que se comen el día después de Navidad en Cataluña. Correctos, nada más. –Un par de postres justitos. Sin vino porque era una cena entre semana, cuatro cervezas y un par de botellas de agua, 40 pax aproximadamente. Aspectos ajenos a la manduca: Por estar situado en el anfiteatro de Platea cuando hay actuaciones musicales el ruido reverbera y hace imposible hablar. El servicio es más solícito que profesional. El jefe de sale es bastante estirado. Eso sí, por ser lo que es y estar donde está Platea permite observar grupos sociales y ejemplares de especies cercanas a la nuestra que le hacer a uno las comidas la mar de amenas y hasta divertidas.
José Carlos C.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Una de cal y otra de arena para este restaurante de autor. La ubicación, en pleno atrio de Platea, ofrece vistas incomparables del escenario mientras se degusta la cena. El trato de los camareros, un tanto estirados, casa con la imagen elitista que se quiere transmitir. No así la carta. No esperéis grandes sorpresas en el menú, salvo unas bravas a imitación de las tortillas de camarones. Chuletas, hamburguesas, merluza, tostas y postres poco inspirados. Los precios son económicos para el emplazamiento, eso sí, pero termina uno decepcionado si venía con intención de deleitarse. Dicho de otro modo: un restaurante para venir sábados alternos más que el típico capricho de una vez por año(Volvoreta, en Eurostar Tower, sería una buena opción). Puestos a un sitio aparente pero módico, me quedo con La Gloria de Montera.
Alfredo G.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Muy buen servicio, 26 € por persona y muy bueno todo lo que pedimos. Pedimos al centro las judías tiernas y tirabeques, el guiso de alcachofas con chipirones y la pechuga de pollo de corral. Las judías tenían una salsa muy ligera bastante buena a base de huevo, mostaza, vinagre de módena y aceite, además de almendra frita laminada, tomate seco y llemas de huevo de codorniz. El guiso de alcachofa con chipirones fue lo que más me gustó. Me pareció que tenía también algún fruto seco picado en la salsa, aunque no sabría decir cual. La pechuga también bastante buena, aunque demasiado salada. Me la comí quitandole la mitad de las semillas(y sal laminada mezclada entre ellas) que traía. Lo que no me gustó fue que mi asiento(el lado del sofá) era bastante incómodo, por el respaldo tan recto y rígido, y por estar tan lejos de la mesa. Además de que arriba había una fiesta de música electrónica o algo similar, y tenían la música muy alta en toda la Platea, acentuándose más aún el sonido en este restaurante por la posición de los altavoces. Pese a lo malo, fue una experiencia muy agradable sobretodo por el servicio.
Avelino C.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Visita a ARRIBA, el restaurante«de diario» que ha abierto Ramón Freixa en el Platea, el nuevo mercado gastronómico abierto en el antiguo cine Carlos III, en plena Plaza de Colón. El restaurante está ubicado en el primer anfiteatro del cine, distribuido en varias alturas, donde antes había butacas para ver la película ahora hay mesas para comer. Además, parece que en breve en el segundo anfiteatro van a abrir una coctelería, y en el «gallinero» un club de fumadores ¡toma ya! Las vistas desde el restaurante son impresionantes, se domina el escenario y prácticamente todo el mercado. Dicen que se han gastado 60 millones de euros en la reforma y se nota, te quedas ojiplático, está todo precioso. Dos personas, nos sientan en las mesas de la parte delantera, que están dispuestas en batería, pequeñas y bien pegaditas unas a otras. Resultan un poco incómodas, porque a nada que alargues la mano le tocas la oreja al de al lado y te enteras de todo lo que están hablando. Lo bueno es que haces amigos, je, je. Acabamos comentando las vicisitudes de la comida con las mesas que teníamos a izquierda y derecha. La carta es extensa, tipo«brasserie» mediterránea, con muchos platos pensados para compartir a precios suaves. Nosotros pedimos: — Una de ensaladilla rusa(6 €), servida con una esferificación de aceituna y una emulsión de pimiento de piquillo, como si fuese un helado al corte, entre unas láminas de pasta brick. La presentación no puede ser más original y además estaba muy rica. — Como se pueden pedir por unidades, dos buñuelos de bacalao(2,50 €/u.) y dos croquetas(2,00 €/u.). Ambas cosas mejorables, con la masa un poco apelmazada y un sabor muy plano, nada que ver, por ejemplo con las que te ponen en Cañadio. — Coca con setas, panceta y queso(9 €), versión mediterránea de la pizza, con láminas de panceta por encima casi transparentes, bastante sabrosa, muy lograda. — Chuletín con guarnición de berenjenas rebozadas(22 €), que pese al nombre tan curioso, resulta que es un entrecot de vaca fileteado, servido sobre un plato de madera. La carne estaba tierna y con el regustillo a parrilla característico del«josper», pero la verdad es que no nos dijo mucho. Carta de vinos extensa y bien seleccionada. Para beber pedimos un «30.000 maravedíes», pero como se les había acabado, siguiendo la recomendación del camarero pedimos un «Comenge», un Ribera del Duero tinto bastante bueno, aunque vino calentorro y hubo que pedir una cubitera con hielo para poder beberlo. Del postre y el café no les puedo decir nada, porque bajamos a tomarlo al «Mamá framboise» de la plata baja. Menaje correcto, servilletas de tela pero mesas sin manteles(ni siquiera individuales). Pagamos 73 € por todo. Pues no es demasiado caro, pero tampoco sales con ganas de volver otro día. Por el tipo de carta, creo que es preferible comer de picoteo, pidiendo muchos entrantes en plan raciones y no pedir segundos platos, que suben considerablemente la cuenta y no aportan mucho. En resumen, a lo mejor íbamos con las expectativas demasiado altas, pero nos esperábamos bastante más de un sitio que patrocina el Sr. Freixa. Puede que volvamos por lo bonito que es el sitio, pero no tanto por la comida. Además, de momento, es el único negocio del Platea en el que puedes comer sentado y con servicio de camareros.