Asiana Nextdoor

Este lugar es el hermano pequeño del Asiana, la tienda de decoración de al lado, que por la noche se transforma en un exclusivo en el que sirven cenas bajo reserva. El Nextdoor es un restaurante al uso, abierto tanto para cenas como para comidas, con precios más moderados, carta y menús degustación.
Me gusta bastante la cocina asiática de fusión (con influencias peruanas) por lo que cuando incluyeron el Nextdoor en un club de descuentos para restaurantes en el que estoy apuntada decidí aprovechar y probarlo pagando un 30%, que viene bien en un sitio más bien caro como éste (entrantes entre 8 € y 12 €, principales de 12 € a 20 € y menús degustación a partir de 35 € por persona).
Los platos que probamos estaban buenos pero me resultaron un poco irregulares. Los dos entrantes fríos me encantaron: la «ensalada vietnamieta» de langostino, mango y salsa Firecracker, que en realidad eran unos rollitos en pequeños cuencos, bastante picantes y con sabor intenso a cilantro, y los conos de tartar de salmón al estilo coreano, buenísimos. Sin embargo, el satay de pollo balinés con espuma de coco, lima y chile me resultó súper dulzón, empalagoso incluso y un poco pesado. Además, nos lo sirvieron después de la ensalada que era bastante picante y al estar bastante caliente y ser tan dulzón no era lo mejor. Supongo que en parte fue culpa nuestra por elegir los platos en ese orden. El otro plato que probamos fue la presa ibérica con verduras y salsa de ostras, no estaba mal pero creo que no al nivel de los precios y del resto de platos.
El servicio fue muy atento y amable y los platos salieron rapidísimo. La única pega es que tardaron muchísimo en traer la cuenta (aunque se les veía apurados por eso) y cuando por fin la tuvimos resulta que se habían equivocado con los platos. Nos habían cobrado 1 € de más y no habían aplicado el descuento incluido en bebidas. La verdad es que la diferencia eran unos 2 € y no nos apetecía hablarlo con los camareros así que lo dejamos estar.
En resumen, está bien para probar y para una ocasión especial con alguien a quien le guste este tipo de cocina, pero no lo añadiría en ninguna lista de imprescindibles o recomendados en Madrid.

Bueno como empezar a describir este sitio, es uno de los mejores hallazgos que hemos hecho en Madrid. Pero empiezo por decir que es caro, pero lo vale cada euro…
La fusión de sabores asiáticos con ese toque peruano sudamericano hacen que cuente con un menú único (o al menos hasta hoy no he probado igual). Nosotros nos hemos dejado llevar por el menú degustación para intentar probar lo más posible y aprovechar al máximo la experiencia ambas veces que hemos estado y no ha defraudado si no nos ha recordado lo bueno que esta todo.
Si eres fan de la comida asiática y de los ceviches no dejes de visitar este sitio que seguro sales con buen sabor de boca. El servicio es apropiado y las cantidades no son bastas pero suficientes para salir bien servido.

Espectacular el ambiente y espectacular la comida. La fusión de platos típicos peruanos con las últimas tendencias callejeras de la gastronomía asiática hacen que cada plato sea una sorpresa. Yo tuve la oportunidad de probar un menu de degustación y fue increíble.
Platos para todos los gustos. Eso sí, el precio es un poco elevado, pero para una ocasión especial, es el sitio ideal.

El menú de 45 euros (14 plat (it)os) merece la pena para comer/​probar «de todo un poco». Todos los platos son una delicia, para la vista como para las papilas gustativas. Un poco caro, pero ¡realmente exquisito!

Tienen un menú para compartir para dos personas a 35 euros que está bastante interesante. He de ser sincera, la comida asiática no es mi fuerte y siempre termino pidiendo una ensalada normal cuando voy a sitios poco habituales cuando las cartas ponen nombres raros, pero este restaurante me pareció bastante agradable.
Me gustó ‘el’ postre por que es uno para dos, pero bueno. Se supone que este restaurante es la versión más humilde del ‘Asiana’, dónde comes por ciento y pico euros.
El lugar no es muy grande, pero en ciertos momentos se agradece la intimidad.
Por cierto, tienen pisco sour, todo un detalle para los chilenos que vamos a comer allí., pero no sé que relación tiene con la comida asiática. En todo caso por 10 eurazos la copa, me lo tomo en casa, muchas gracias.

Su decoracion en ladrillo visto con cuadro y figuras exoticas le dan un aire informal .Lo mismo que su cocina que es una fusion de la peruana y sureste asiatico. Podras degustar de platos llenos de aroma y sabores autenticos. Sus precios son asequibles. tambien cuenta con un buen menu.