El nuevo restaurante del televisivo Alejandro Alcántara(conocido en esos parajes por su participación como jurado del programa ‘Cocineros Al Volante’) se llama Bache, y está situado en una zona un tanto extraña, en pleno Chamberí. Y digo extraña porque, aunque es una zona abierta, de paso y muy amplia, tiende a estar un tanto deshabitada por la noche. Aunque imagino que esto no es problema, porque tiene pinta de que este lugar le va a dar un buen impulso a la zona. El restaurante está un par de calles más arriba de la zona de San Bernardo, y la verdad es que es muy mono. Nosotros entramos un día tras salir de una sesión tardía del cine(era algo así como las 12 de la noche) y no tuvieron problema en hacernos un hueco y darnos de comer, por eso se llevan tres estrellas directas, la verdad. Se les veía con ganas y no pusieron ni la más mínima pega. Nos subieron a la planta de arriba y aquí voy a dar una mención especial al servicio, que es muy bueno. Los camareros creo que son todos(o en su mayoría) del sur, igual que Alejandro, y son simpatiquísimos. La persona que nos atendió prácticamente eligió por nosotros(no estoy seguro de si llegamos a ver ni la carta) pero la verdad es que seleccionó muy bien. Probamos: Ensaladilla: está muy rica, viene una cabeza de ¿buey de mar? Está bastante rica, aunque traía como una especie de gelatina(comestible) alrededor de la que desconocíamos un poco la procedencia y que deslucía un poco la presentación general una vez que empezabas a comértelo. Pero en general, recomendable. Patatas bravas: muy rica la patata, un poco exagerada la cantidad de salsas. Pero viene como muy buen puesto, así que no le das importancia. Croquetas: riquísimas, de diez o de doce, la verdad. Sandwiches de pavo: vienen en el panecillo ese japonés chiquinino, y la verdad es que estaban riquísimos, eran una explosión de sabor, muy ricos y muy bien presentados. En general, todo rico, no muy abundante, pero lo justito para que no nos fuéramos con hambre. Pagamos 20 € per cápita, que no estuvo nada mal, porque yo me esperaba que la cuenta viniese bastante más abultada. Si no se lleva cinco estrellas es porque era noche de sábado y tenían un DJ pinchando con la música a un volumen que no. Me pareció un movimiento un poco arriesgado(y un tanto antiguo) porque tienes que terminar chillando para hablar con tus comensales. en mi opinión, a un restaurante de este tipo, le sobra el DJ y la tralla, le sobra por todos lados.
Rafael L.
Rating des Ortes: 5 Madrid
El local es super chulo, con una decoración que combina muy acertadamente lo vintage y lo moderno, los camareros son guapos y atentos(bueno, tan atentos que en realidad pidieron por nosotros y nos contaron lo que nos iban a traer sin prácticamente derecho a réplica) y la comida está bastante rica sin ser caro. Pedimos, perdón, nos trajeron una ensaladilla de buey de mar(mucho más atractivo el nombre que el plato en sí), unos mejillones escabechados por ellos mismos(opiniones divididas entre los comensales a este respecto), unos sandwiches con pan bao(bien), unas croquetas bien ricas y alguna cosa más que no recuerdo. Por poner alguna pega, el DJ que tienen ahí pinchando música la pone a toda tralla que casi no se puede ni hablar y los puñeteros platos de duralex que me tienen hasta el higo ya, que a ver si se pasan de moda.