Sentimientos encontrados con este bar. En realidad, se trata de una asociación cultural, lo que me lleva a los maravillosos tiempos de los Corralones de Sevilla. Estuve con un grupo grande en una despedida de una amiga. Comentó por Facebook que íbamos a ser varios y cuando llegamos nos tenían una mesa preparada, pese a no haberla pedido ni reservar. Tampoco nos hicieron ninguna presión para que pidiéramos la comida y estuvimos varias horas sin pedir. Solo nos pusieron tapa con la primera bebida. Cuando pedimos, y no todos, ya se habían gastado sus famosas hamburguesas. Me sorprendió mucho que un viernes noche y con previsión de gran asistencia se les acabara el género. Al llegar, sobre las 21:15, tampoco tenían cambio. El sitio es muy cutrecillo y algo sucio, como suele ser habitual en los bares/asociaciones culturales, pero ellos eran muy agradables y el ambiente muy alternativo con varios perros sueltos por el local. La comida no está mal pero lo único que es realmente económico es su famosa hamburguesa de 4,5 €. Es un sitio diferente, con una cuidada selección de cervezas artesanas, carne a la parrilla(también puedes reservar cochinillo o cordero en horno de leña) y muchas pegatinas y pintadas altermundistas. En definitiva, no está mal y es curioso, pero podría estar mejor si se lo propusieran un poquito.
Borja A.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Lo descubrí un día por mera casualidad. En la sección «vaya usted a saber cual era» del periódico El País venía una lista de las mejores hamburguesas de algunas ciudades. Mirando las de Madrid vi que aparecian las ya sabidas New York Burguer, Alfredos(no para mi), Goiko Grill y el Borodín??? Qué es Borodín, quiés es Borodín? Acaso es el hijo adoptado de Boromir y Thorin? Pero nada, no salí de mis dudas hasta que lo visité por primera vez con Fer A. Ese día fuimos en busca de la consabida hamburguesa. El local la verdad es que no resulta muy llamativo, nos lo pasamos dos veces de largo. Por dentro no está decorado con ladrillo visto, bicicletas colgadas del techo, lámparas industriales y millones de botellas de vino. Mejor!!! Es cutrecillo, tirando a dejado, no tiene buena ventilación y el suelo tiene cierta solera. Pero a mi lo que me importa es el producto, el precio y la atencion; y ahí lo bordan. Ese primer día probamos unicamente las hamburguesas y tomamos dos rondas de dobles, creo recordar que la cuenta fueron alrededor de 22 – 25 euros, aproximadamente. Las hamburguesas están a 4,5 € y es un precio genial para la carne, el pan y la presentación. Sin ser una carne excelente, es un plato de 10 en calidad/precio. Antes decía que son cutrecillos, este día no vimos la carta por ningún sitio, pero el resto de veces que he ido(y son unas cuantas) ya las tienen, van mejorando en ese sentido. El resto de veces que he vuelto he podido probar los chorizos criollos(5 €), la entraña(8 €), la longaniza(7 €), el chuletón de buey(18 €). Todo genial y hecho a la brasa. Para beber, si tienes suerte, podrás probar cervezas artesanales, si no, Mahou de barril o vinos. Ya he hablado del local, de la comida y la bebida, ahora voy con la gente que lo lleva. Según he podido leer, se abrió en 2013 entre un colectivo formado por 8 personas. Con el que más trato tienes es con uno de ellos que es el que se encarga de las comandas y llevarte la comida/bebida, siempre está a tope y sin perder el humor. Bravo. PD: no pensaba comentarlo en Unilocal para que no se pete. Pero visto que Fer A. Lo ha hecho… PD2: por petición de la interesada, en la primera visita también nos acompañó Zuri V. Ea!
Fer A.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Lugar espacial y especial. Ojo!!! hay que ir mirando con atención o te lo pasaras de largo. Parece un bar normal. Desde el caracter dicharachero del camarero hasta el bravucon y simpaticon del cocinero. Todo en este bar tiene un dejé de singularidad buñuelistico. En busqueda de la mejor hamburguesa del mundo mundial o limitandonlo un poco a lo regional de la capital erase una vez que se era, que acabaramos en este bar. Sale o salía o salió, no fui yo quién lo descubrió, en una lista tipo metropoli o algo similar. Lista una de tantas, donde se suele colar misteriosa y reiterativamente el tal alfredo. Sin saber nada del lugar, más con la indicación de Lolo pedi cerveza internacional o nacional de importación. Ni una. Al final una estrella galicia o alhambra, no recuerdo en este momento, sirvió de garrafón. El bar es de ambiente distendido de los de toda la vida. Lo especial del lugar es que tiene un horno de carbon, supongo vegetal, y debido a ello los platos que salen de su cocina tiene un saborcillo o regustillo distinto del habitual. El carbon que todo lo impregna y que otorga matices y olores a toda comida. No hay nada más rico que la carne a la parrilla, reza el slogan de una franquicia de comida rápida dios sabe por qué. Examinada un rato la clientela y viendo que salía un pulpo a la brasa sobre una teja, nos dieron ganas de pedirlo, para proximas visitas. Nos lanzamos a por la hamburguesa. Muy especiazada la carne, con una reminiscencia arabica interesante, y con el ya meritado sabor a carbón otorgado por la parrilla, su inclusión en el top ten hamburguesero de los gatos es excesivo, si bien, es una muy buena hamburguesa que se deja comer. El pan, por cierto, lo recuerdo bueno, consistente. La ensalada que acompañaba a la hamburguesa ni era excesiva ni desentonaba. Como Vander además es un tragaldabas ya me ha recomendado la entraña, encarecidamente, que lo pongo en lista de tareas de 2016.
Diego A.
Rating des Ortes: 4 Madrid
He bebido cerveza en un cuerno en este bar y os voy a contar sobre él Cuando te dicen«Quedamos en el Borodin» instantáneamente pensé en Boromir, el del señor de los anillos, pero crees que sería pura casualidad que tuviera algo que ver. Pues, amigos míos, CASI tiene algo que ver. Borodin es un bar inspirando en la mitología Vikinga y el nombre, como habrás deducido con esa inteligencia superior, es una mezcla entre Bar y Odín, que es como el mega dios de los vikingos. El bar no es Asgard precisamente, pero no pasa desapercibido por su estilo nórdico. Cuando llegué al bar tenían una feria vikinga en uno de los barriles(sí, las mesas son barriles) en la que exponían cuernos y ponían a la venta alguno de ellos y demás bisutería nórdica. No la tienen siempre, pero con la temática del bar seguramente la traigan muchas veces y en ella podrán asesorarte bien sobre en que cuerno sienta mejor la cerveza, como tienes que poner la madera para realizar un funeral vikingo o que en realidad la runa que te has tatuado en el trasero no significa«destino» si no que significa«sopa». Tienen una cerveza artesana que te teletransporta directamente al mismísimo Valhalla. Con sus 8º, tostada, con infusión de «no se que», se convierte en una cervezaca digna de estar en el mismo estómago de Odín. De verdad, es una de las mejores cervezas que he probado en mucho tiempo, te la bebes y te dan ganas de ir a quemar algún pueblo europeo. Los camareros son muy majos y se les ve su interés por toda esta cultura. Además, tienen un tablón libre en la que tienen todas las actividades del barrio. PROS: Cerveza artesana buenísima. Muy metidos en temas del barrio. CONTRAS: Cerveza artesana buenísima, alta graduación, ten cuidado que lo de arrasar pueblos ya no es legal.
Sonia T.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Me gusta este bar porque siguen una filosofía muy del rollo 15 M y apuestan por productores eco. Tienen cervezas artesanales de Sebúlcor, Segovia y están muy ricas. Cuestan 3 euros. Te ponen una tapita con cada consumición, y no una tapita como en otros lados que es un trozo de pan y un trozo de salchichón, es una tapita un poco más currada, tipo ensalada de tomate con lentejas y tomate. Vamos se lo curran y son muy majos y agradables. Además todo lo que sirven es eco y ganan puntos al no servir Coca Cola y optar por la Frixen Cola.
Lolo R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Este pequeño bar en la zona de Lavapiés — Embajadores te va a sorprender desde el principio. De ambiente bastante alternativo, tiene algunas cosas que no debes perderte: lo primero, que muchas de sus opciones son de un marcado carácter ecológico y de producción biológica. Tienen cervezas y vinos que, en su elaboración, son respetuosos con el medio ambiente. Y lo mejor es que lo tienen a precios muy ajustados. Pero no queda ahí la cosa: me gustó ver el compromiso que tienen con todo en general. Hay opciones para vegetarianos y para veganos, y antes de ponerte la tapa que acompaña a tu consumición, tienen la amabilidad de preguntarte qué prefieres. A nosotros se nos debía de ver de qué pie cojeábamos, porque terminamos decantándonos por la chistorra y la chica nos dijo sonriente«yo cuando os he visto entrar, he pensado que seguro que erais carnívoros». La verdad es que me hizo gracia, porque lo dijo con un sonrisón increíble, y con cero reproche. En cuanto al bar, es un espacio bastante grande, pero sin demasiadas florituras. Muchos carteles que abogan, eso sí, por la acción social, la responsabilidad ciudadana y la necesidad de trabajar juntos para cambiar las cosas, algo que yo apoyo al 100%.