Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid

Llevo muchos años yendo a este sitio por algún que otro tramite.
Nunca me ha gustado la experiencia ni he tenido buen recuerdo ni sensación. Para un extranjero es uno de los sitios más tediosos, traumáticos y desagradables bien por su falta de educación, profesionalidad y respeto bien por su arrogancia y tratos humillantes de algunos personales.
Cada vez hay más tecnología y la oficina cuenta con buen equipo informático, también nos da bastante facilidad a la hora de coger una cita online aunque a menudo no funciona correctamente.
Sin embargo siempre hay que hacer una cola y nos toca esperar aunque tengas una cita concertada. Tampoco se indica bien una vez estás allí. La espera suele ser de una hora y media a dos horas en mi caso, mucho menos que hace años (llegué a esperar de 4 a 12 horas bajo lluvia o a plena sol).
Comprendes por qué hay tanta espera cuando por fin te toca hacer la cola dentro de la oficina. Es porque hay muchas conversaciones privadas entre los personales. Sin exagerar más de la mitad del tiempo se gasta hablando y se va acumulando la demora.
Para evitar mucha espera, aconsejo que cojas la cita a la primera hora de la mañana y acudas con todos los documentos necesarios e innecesarios por si acaso.

Seamos sinceros: en qué país, en qué lugar de ensueño las oficinas de gobiernos son eficaces y organizadas? En qué quimera imaginaria encontraremos burócratas amables y dispuestos a darte el tiempo que te mereces o a responder a tus dudas con amabilidad? Porque si ese lugar existe… ¿Qué hacemos aquí?
Pues eso! Que conste que las oficinas de extranjería (que, por cierto en mi vida había escuchado una palabra así, tan eso, tan sacada de la manga!!) son de lo peor.
Porque no se puede dar cero estrellas… Y ¿por qué añadir este esperpento a Unilocal,entonces? Sólo para que se sepa que todos los que tenemos que venir a estas oficinas para los trámites burocráticos al menos tengamos la mentalidad de que aquí los empleados son unos amargados, gente llena de rutina, sin ilusiones… ¡Vaya! De esa que nadie quiere encontrarse. Así que venir con la mentalidad de que son de lo peor, sólo para que nosotros les mostremos que es posible saludar con educación, ofreciendo la mano y, tal vez, con una sonrisa en la boca.