Come on people, especially Americans like me. This place is a ten if you’re willing to experiment beyond a hamburger. Giant octopus leg only Jacque Cousteau could wrestle up. $ 21 bucks with wine and soft drink!
Rosa G.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Revisando fotos antiguas acabo de darme cuenta de que tengo esta review pendiente desde hace un montón. Estuve en este sitio hace unos cuantos meses a principios de otoño y no he vuelto a pasar por allí desde entonces así que no sé muy bien qué tal estará ahora. Al menos en verano/otoño los fines de semana estaba siempre súper lleno, algunos días quise probarlo pero era misión imposible conseguir un hueco con la fiebre esta de los bao buns que se extendió por todo Madrid durante 2015. Al final, un sábado a las 15:30 tuvimos suerte y pillamos dos sitios. Nos atendieron súper rápido, y la verdad es que el personal nos pareció súper simpático. La carta se divide en «buns»(bocadillos bao de bastantes tipos), «bones»(carnes y mariscos a la parrilla, como costillas, churrasco o chuletón) y «ni buns ni bones»(ensaladas y cosas de picoteo como edamame o metzes). La verdad es que me quedé con ganas de probar alguna cosa de esa última sección porque tenía todo muy buena pinta. El caso es que no teníamos casi nada de hambre y optamos por una comida bastante ligera, con unas cervezas y 3 buns para dos personas. Los buns son más bien pequeños y para una comida normal serían un entrante. Nos pedimos el de costilla a las 5 especias china, el de gambón en tempura al ajillo japonés y el de pato pekín de Antón Martín. A mí me gustaron mucho todos, en especial el de pato pekín. El de la costilla tenía mucha salsa y sólo sabía a eso. Para mí no fue mucho problema porque me encantó la salsa que traía, pero a mi chico no le molaba tanto. Con las bebidas salimos a algo menos de 20 €, por lo que sale más bien carete. Los buns costaban de 4.20 € a 4.60 € y por ese precio deberían ser un poco más grandes, creo yo. Pero bueno, por una vez no pasa nada. El rollo del sitio y su decoración es muy de puesto de mercado y street food, a mí me gusta pero me pregunto cómo se las apañan ahora en invierno, porque en verano al menos está todo completamente abierto, en una de las esquinas del mercado. No tiene paredes en sí, si no que las paredes son persianas que se suben por completo cuando está abierto. En ese momento no se me ocurrió una manera obvia de cerrarlo y resguardarse del frío pero imagino que tendrán alguna solución. Supongo que no me quedará más remedio que volver, comprobarlo y de paso probar alguna cosilla nueva ;)
Borja A.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Suelo escribir las reseñas antes de leer las que ya hay creadas, pero esta vez no he podido resistir la tentación y he leído la de Lolo. Y coincido. La razón por la que leí la reseña ha sido porque a mi se me quedó cara de tonto al ver que sólo venía un Buns y no dos. Cierto es que están muy buenos, yo pedí el de pato, pero por casi 5 euros, se me queda muy corto. Fuimos cuatro personas y pedimos 4 buns, 7 cervezas y un pulpo a la brasa y en total pagamos menos de 60 euros. Como decía antes, se me hace pelín caro para la cantidad que pedimos y como nos quedamos. Eso sí, el local tiene su aquel por la luz, la decoración «rollo indutrial», las ventanas de palo y demás. OJO, cuidado con la puerta de entrada, que como no mires por dónde antes te das un castañazo del 15
Lolo R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Tenía muchas, muchísimas ganas de probar estos bocadillos orientales, desde hace ya bastante tiempo. Así que aprovechando una visitilla que tenía que hacer, me acerqué a este sitio que está enclaustrado en el cada vez más guay Mercado de Antón Martín, que sigue manteniendo sus tradicionales puestos de abastos, pero los salpica con propuestas como esta, bastante guays. El sitio es muy molón, todavía no hacía frío y la verdad es que todo da a la calle y lo suelen tener abierto. Ese día tenían algún tipo de problema con la luz, así que tardamos un pelín en que nos tomasen nota, temiendo tener que ir a buscar otro destino para nuestra pequeña excursión. Pedimos el churrasco para compartir, que la verdad es que está INCREÍBLE. La carne se deshacía y venía acompañado de una salsa estupenda, y con unas pataticas de guarnición. Muy riquísimo, costaba 18 €, un precio muy bueno. Para completar, pedimos cada uno un par de Buns, y aquí es donde viene mi crítica: por el precio que cuesta cada uno, yo creía que iban a venir un par de cada, pero no, sólo viene uno, y personalmente se me hacen caros. No me malinterpretéis, que están buenísimos, tienen ingredientes raros y de calidad, y la verdad es que están espectaculares, pero cobrar casi 5 € por cada uno de esos bocaditos, me parece un tanto exagerado. Yo probé el de costilla china(la salsa me pareció un poco exagerada, al final no pude apreciar la carne) y el de pollo César. Están deliciosos, no lo voy a negar, pero se me hacen demasiado caros.
Joy F.
Rating des Ortes: 5 Madrid, Spain
These are actually some of the best ribs I’ve ever had, and definitely the best ones I’ve found in Spain. The costillar — full rack of ribs — will make you cry tears of joy at how tender, flavorful, moist, sweet, salty, barbecued, and just generally obscenely good it is. You can also get a half(medio) costillar, but that would be a mistake. The real draw for me here were the buns — what I think of as «bao“s — and they were every bit as delightfully tasty as I had expected. DAMN, they are expensive though! The cheapest one, I believe, is 4,20 €. And some of them are 4,80 €. And no… they are not large. But yes… they are totally worth it. Splash out! Treat yo’self! Because those buns are SEXY. I tried the pork belly and the Peking duck buns and both of them left me speechless, eyes closed, licking my fingers and making incoherent noises. They are seriously that good.
Camille L.
Rating des Ortes: 5 Orange County, CA
Pros: Get the ribs! Get the whole rack, you will want it. The most succulent, juicy ribs accompanied by an amazing BBQ sauce plus an Asian twist. The servers were also so sweet and helpful! Cons: The duck bun was dry, the pork belly bun was ok.
Cristina D.
Rating des Ortes: 4 Madrid
La verdad es que después de probar sus riquísimos buns de pato, mi consejo es que os pidáis uno de cada así como entrante y para compartir. Hay como 8 distintos, ¡a lo loco! xD El local me gustó mucho. Es rollo street food porque hay unos taburetes altos que dan a la calle y está abierto e incluso ves su minúscula cocina, de la que sale un aroma rico rico según entras… También hay otras mesas altas y dos o tres bajitas, si eso de andar con los pies colgando no es lo tuyo ;P Al entrar me flipó el olor a costillar barbacoa y, parece que a mis dos acompañantes, que ya estaban cerveza en mano esperándome, también, porque lo pedimos y estaba delicioso. No paraban de salir costillares de esa cocina, como si los regalasen :) Para desengrasar ;P una tempura de verduras con salmorejo. Muy correcta y muy rica. Nos quedamos con las ganas de probar ese pulpo a la brasa así que, alguien tendrá que sacrificarse y volver para probarlo. No sé si lo hacen ya, pero creo que una buena idea sería que esos buns te los pudieran poner para llevar.
Avelino C.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Como sucedió hasta hace bien poco con la carrillera o las hamburguesas, ahora parece que el plato de moda en la capital son los bocadillos orientales de pan al vapor, llámense baos, buns, baozis, etc., y efectivamente todo restaurante moderno y con ciertas pretensiones los incorpora en su carta. Buns & Bones es un local especializado en servir estos bollitos, de los que ofrecen hasta ocho variedades diferentes. Además tienen una parrilla de carbón de la que salen churrascos, costillares o chuletones. Situados en una esquina del Mercado de Antón Martín, se trata de un local, mas bien pequeño, totalmente abierto a la calle, cocina a la vista, banquetas y mesas altas corridas pensadas para compartir. Y es que este no es un sitio de mesa y mantel precisamente, sino más bien una barra de «street food», pensada para una alta rotación de clientela. Viernes noche y el sitio a tope, ambientazo. Tras cinco minutillos de espera, pillamos una mesita y nos hicimos fuertes. Pedimos buns de: Costilla a las cinco especias chinas. Gambón en tempura al ajillo japonés Por belly del maestro Chang(panceta) Cangrejo con padrones y romescu Todos ricos, sabrosos y servidos bien calentitos, los mejores el de cangrejo(soft sell crab) y el de gambón. Para acompañar los baos pedimos una tempura de verduras del mercado muy buena, nada aceitosa, acompañada de salsa romescu. Para terminar, por recomendación de la simpática camarera, un mousse de chocolate negro, menos dulce y más amargo de lo habitual, con muchos trocitos, que estaba delicioso. Como casi todo el mundo pide cerveza, en la cuestión vinícola no se complican mucho la vida, tienen un blanco y un tinto, y punto pelota. Pedimos el blanco que resultó ser un rueda verdejo llamado Menganito, de las Bodegas Nieva, que por cierto estaba estupendo. La cuenta ascendió a 50 euretes, que nos pareció buen precio para lo consumido. En resumen, un sitio desenfadado que nos gustó bastante y al que volveremos a probar más cosas.