Burger Lovers

Otra más. Los siento, pero no creo que me haya vuelto exigente con respecto al tema de las hamburguesas, pero es que cuando voy a una hamburguesería considero que deben ofrecerme algo diferente a lo que me pueden ofrecer en sitios como en bares o incluso en cadenas de comida rápida. Si te especializas en hamburguesas, hazlo bien, dales un toque distintivo y hazlas especiales, y más cuando han surgido tantos establecimientos de este tipo en los alrededores.
Entramos pensando que aún no habían abierto puesto que el cartel en la calle ponía cerrado, pero al entrar ya nos dimos cuenta que no, que estaban abiertos. El local es muy pequeño, a penas una hilera de mesas a cada lado, la barra al final, y tras ésta la cocina. Ya cuando entramos el ambiente ya olía mucho a cocina, y obviamente al salir, ya llevábamos parte de ella encima y vamos desprendiendo un penetrante aroma a fritanga.
Somos atendidos inmediatamente, nos da las cartas y nos explica que hoy tienen dos hamburguesas especiales fuera de carta. Mientras nos decidimos, se marcha.
Una vez decididos, pedimos Coca-​Cola y Coca-​Cola Zero, unos aros de cebolla para compartir y una hamburguesa Eiffel y otra de las especiales con queso y bacon.
La bebida la trajeron en seguida pero nos avisan que no les quedan aros, por lo que nos da a elegir entre cheese fingers o alitas de pollo. Elegimos los palitos de queso que traen al cabo de unos minutos. Nada en particular, ya sabemos que los palitos de mozzarella no tienen un gran sabor y la salsa que los acompañaba no era tampoco sobresaliente, algo picante y poco más.
Cuando terminamos los palitos, trajeron las hamburguesas. La presentación correcta, pero sin ser nada especial y, para mi gusto poca cantidad de patatas que además se notaban demasiado que eran congeladas.
Mi hamburguesa particularmente esa muy corriente: Lechuga, tomate, queso fundido y bacon. La carne, buena y en su punto, pero yo lo de que es carne de la Sierra de Guadarrama no lo aprecié por ningún lado. Además, tampoco nos ofrecieron al pedir la hamburguesa, elegir entre sus tres tamaños: 180 gr, 200 gr y 250gr.
El bollo de pan algo duro, pero se agradece que fuera así ya que al mojarse no se rompió y al final no terminas comiendo la hamburguesa de mala manera.
En general, todo correcto pero nada que sobresaliera de las del resto de las que han nacido en los alrededores.

La verdad es que el sitio está muy bien y es acogedor. Los platos están bastante bien. De entrantes el mejor los tacos. Las hamburguesas tienen calidad, originalidad y no te sientes a reventar al acabar. El camarero muy majo y atento y nos pusieron unos disfraces por celebrar un cumpleaños. Muy divertido. Lo único que bajaba un poco el nivel era que hacía bastante calor, pero tiene fácil solución así que espero que sigan mejorando. Recomendable 100%.

Parece que no se cansan, uno y otro, y otro, y otro… ¡Más hamburguesas en Madrid! ¡Y yo encantada de la vida!
Con toda la ilusión de una niña zampahamburguesas entré en este local a un pasito de la Glorieta de Bilbao, sin duda, una buena zona para estrenarse, ya que no son muchos los sitios especializados en hamburguesas por la zona.
La verdad es que el restaurante es más bien pequeñito pero llega a ser agradable y el tema de los espejos en las paredes funciona para dar mayor amplitud. Al instante me declaro fan incondicional de su logo, la mar de cuqui.
A pesar de que solo hay una persona atendiendo y de que es sábado por la noche, el servicio nos parece muy correcto y educado, ¡nada que decir sobre este tema!
La carta no está nada mal, los precios no se nos van de las manos y la variedad de hamburguesas es más que correcta. Aunque el dueño nos dice que van a cambiarla próximamente e incluir platos algo más historiados. Mi humilde opinión es que, si ese local fuese mío, yo me centraba en las hamburguesas, que es lo que más tirón tiene y más en el centro de Madrid, donde la burbuja no para de crecer. Quizás aumentando la oferta, la variedad, mostrando ese verdadero amor por la hamburguesa que su propio nombre indica triunfen de verdad.
Mi acompañante y servidora nos pedimos dos burgers: una sencilla y de tamaño pequeño y una «fuera de carta», la de donut (una hamburguesa americana en la que el pan se sustituye por dos donuts de toda la vida).
A decir verdad, he dudado mucho sobre poner 3 o 4 estrellas y es porque, a pesar de que me gustaron y salí contenta y no demasiado llena a pesar de ser la cena, le faltaban algo de chispa. Se nota que la carne es de calidad, el pan es más que correcto y las patatas están ricas y se incorporan toques distintivos como el de salsa tari en la hamburguesa peruana pero quizás necesita algo más para que te entren unas ganas locas de repetir.
En cualquier caso, la balanza se inclina hacia las 4 estrellas por los buenos precios de la bebida (una caña = un euro), el agradable servicio y un postre que me trae por la calle de la amargura: el pavé de maracuyá, una delicia brasileña que estoy deseando probar de nuevo.

Acudí por recomendación de una amiga y personalmente hamburguesa con muy buena relación calidad precio (carne al punto riquísima), y muy buenas combinaciones en las diferentes hamburguesas.
Hay tres opciones de tamaño: 180g, 200g y 220g. Precios en fotos de la carta.
Probamos la Francesa y la Italiana, pero volveremos a seguir probando más. Riquísimas!
Tienen menú para niños.
Espero que os sirva de ayuda.