He ido solo en un rollo afterwork pero me ha encantado el trato. Normalmente tienen mucha gente, especialmente en horario de comidas, el menú del día anda dentro de la media, a 11,50. Tienen terraza y comedor a pie de calle y en la primera planta. Es un local con una enorme cristalera que da a la calle ortega y Gasses. Lo que más me ha gustado de esta cafetería es el trato de los camareros, a parte de prepararnos una copa muy bien, nos pusieron un aperitivo dulce y salado además de preguntar, al rato, si queríamos ponerle algo más de hielo para que enfriase.