Madre mía, qué bien comí. Y demasiado, pero a sabiendas de que nos estábamos pasando cien pueblos de pedir porque queríamos probarlo todo. Comimos fuera, que lo recomiendo, pero no te olvides de decirlo al reservar. Las quesadillas de langostinos son deliciosas, y el ceviche también. Las cantidades no son enormes, así que tenlo en cuenta cuando pidas. No me fascinó el postre, pedimos la tarta tres leches y estaba bien, pero no era de locos. Parecía un poco una torrija. Esperaba algo más «elevado» considerando la gran variedad de tartas tres leches que hay en México. Pero no hay más «pegas», hasta el Bloody Mary que pedí estaba espectacular, no siendo la bebida estrella del local, que son obviamente las margaritas. Por cierto: no puedo hablar del servicio en general porque nos sirvió todo el tiempo una chica joven simpatiquísima: nos recomendó de maravilla y la comida vino bastante rápido. Ni una queja en ese sentido. Por último, que sepan los muy dados a la literatura(entre los que me encuentro, para bien y para mal) que el restaurante está dedicado al Pedro Páramo del gran escritor mexicano Juan Rulfo. La novela transcurre en Comala(¡¡¡SINACENTO!!!) y la carta homenajea la novela, colocando los platos en «orden de desaparición». Para evitar«spoilers», dejo en sus manos la interpretación, o mejor incluso, el salir corriendo a una buena librería y comprar Pedro Páramo.
Avelino C.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Comida en COMALA, el «bistrot» abierto por el maestro del sombrero en la Plaza de la Lealtad, justo al lado del Hotel Ritz. El local es pequeño, consiste básicamente en una barra corrida, unas ocho mesas dispuestas en batería y al fondo una minúscula cocina acristalada. Está decorado con gusto y muy bien puesto: tarima, mármol, dorados…, como corresponde a la zona. Además tienen una agradable terraza(de momento cuatro mesas) que fue donde comimos. Carta extensa compuesta por una buena cantidad de raciones, sopas, ensaladas y un apartado de tortillas o tacos(2 unidades por ración), todo muy apetecible y todos los platos entre 8 y 12 euros. No es un restaurante de comida exclusivamente mejicana, aunque tienen tacos y quesadillas, también sirven hamburguesas, alubias de Tolosa o gazpacho, platos que muy mejicanos no son. Nos apetecía probar un poco de todo pero… decepción, nos dice el camarero que no sirven medias raciones(fallo gordo). Es decir, que si vienes sólo y quieres probar las croquetas, te tienes que pedir por narices una ración en la que vienen 10 unidades, no lo entiendo. Nosotros íbamos dos personas y pedimos: — Albóndigas de rabo de toro al mole poblano: Unas 10 albóndigas, con una carne muy tierna con una salsa al mole, ligeramente picante, deliciosa. Buen plato, aunque lo sirvieron poco caliente. — Huevos con salsa de tomatillo verde y charales(especie de chanquete de agua dulce), servidos en la propia sartén. Otro acierto, buenísimo el contraste de la melosidad del huevo con la salsa y los chanquetitos. Acabamos mojando pan. — Tortilla de maíz con cuitlacoche(una especie de hongo parásito del maíz) y queso de Arzúa. Muy acertada la combinación del hongo con el queso gallego derretido. — De postre un helado de fresones del sur al mezcal, rico, muy cremoso y nada empalagoso. Carta de vinos también muy extensa, con buenas referencias, pero que nos pareció excesivamente cara para el tipo de local(pocas botellas bajaban de los 30 euros). Nosotros pedimos un blanco verdejo Pie franco, pero como resulta que no tenían(qué raro, si llevan dos días abiertos…), nos decidimos por un albariño Eidos de Padriñán(17 euros), que estaba bastante bueno y nos pareció la mejor opción calidad-precio. Con un café pagamos 53,40 euros, buen precio para la calidad de la comida. Ahora vamos con el servicio… un desastre. No es normal que una terraza de cuatro mesas, esté atendida por tres personas, y lleguen los platos fríos, no sepan a qué mesa va cada plato, no estén atentos a reponer pan o rellenar la copa, no te cambien los cubiertos ni los platos, etecé, etecé. También hay que decir que el maître se disculpó por estos fallos y agradeció que se lo comentáramos para corregirlos, buen detalle. En conclusión, la comida muy buena, la relación calidad-precio también, pero van a tener que mejorar los tiempos de espera y el servicio de camareros si quieren que la gente vuelva.