Cosméticos Afrolatinos

Quién me iba a decir a mí que el mestizaje y el culito de un bebé, Kwesi, (el mulato más guapo de Lavapiés), aunque a mí me gusta llamarle «akesí», me conducirían hasta la crema de mantequilla. Y aún más, que acabaría contando con ella como integrante indispensable de mi armarito del baño.
Mi amiga Marian, pareja del ghanés Baf y mamá de Kwesi, me descubrió las maravillas de esta crema, Shea Butter: «mantequilla vegetal importada de África, especial para piel seca. Sus propiedades son incontables: descongestionante, anti inflamatoria, alivia torceduras, golpes y artritis. Inclusive se utiliza como bálsamo para sanar el cordón umbilical o las rozaduras de pañales de los bebés».
Kwesi la utiliza para su culito. Y pensé que si era buena para su culito, para mi cara, tersa como aquél, también sería apropiada. Y así fue. Desde que la uso, mis compis del equipo de baloncesto me felicitan con una caricia facial cada vez que anoto desde la línea de tres.