En el nuevo Mercado de Barceló, esta pastelería tiene una pinta estupenda. De momento, o bien porque es domingo o porque acaba de abrir, tenía poca oferta. Tengo que pasarme otro día para ver sus productos más detenidamente. Sé que las comparaciones son odiosas, pero el tamaño de las tartaletas que me llevé, superaban casi en el doble a otras que recientemente compré en otra famosa pastelería muy de moda y por unos 10 céntimos más cada una. El trato es amable y, según me comentó la persona que me atendió, la mayoría de los productos son ecológicos.