Cuchillerías Simón

A principios de otoño me dio el venazo, me compré una rasuradora y me decidí a aprender a afeitarme de forma tradicional (con intención de comprarme, dentro de un tiempo, una navaja de afeitar buena). Para los que os parezca un acto de hipsterismo sin precedentes, os diré que las maquinillas de afeitar tradicionales son muy cómodas y todo lo que tú quieras, pero si tienes –como yo– muy poca barba pero muy dura y lo conjugas con una piel ultra sensible, son más un engorro que otra cosa.
Así que, movido por lo bien que me quedaba cuando me afeitaban en la barbería, me terminé animando, y voy aprendiendo poco a poco a afeitarme a base de cortes en la cara. Eso sí, el resultado es espectacular.
Sin embargo, las cuchillas de afeitar no se venden en todos lados. Así que de cuando en cuando me toca hacer una visita a una cuchillería o a un sitio donde vendan productos de afeitado tradicional, como es este pequeño establecimiento en la calle Virgen de los Peligros.
Trabajé muy cerca durante un buen tiempo, así que me conozco su escaparate casi de memoria. Tienen todo tipo de cuchillos, navajas, máquinas de afeitar de todos los modelos, especiales para patillas, especiales para barba… todo. Yo entré y me atendió un chico más o menos joven. Le expliqué lo que quería y me enseñó varios modelos que tenía disponibles.
Como no estaba el que había estado usando hasta ahora, el chico me recomendó que si estaba aprendiendo, me llevase unas en lugar de otras, porque «es más difícil que te cortes con ellas». Obviamente le hice caso, y estoy deseando empezar a utilizarlas.

Aquí me mandó mi madre a hacerle un recado, y es que por lo visto venden un aparato que sirve para hacer las croquetas sin que ello sea un hecho aparatoso y pringoso. No me preguntéis cómo es, porque en una ocasión lo tenían agotado y en otra, por lo visto, tenía el modelo un defecto de fábrica, por lo que estaban esperando una remesa. Eso sí, estoy ansiosa por verlo.
Además de este curioso aparato, venden mil cosas más. Es increíble la de cachivaches que existen pero que uno desconoce, es lo interesante de este tipo de tiendas especializadas. Entre los cachivaches conocidos: cortaúñas, navajas, cacerolas, cuchillos y navajas… En general, menaje del hogar y herramientas.

Andaba buscando un regalo para mi padre, y se me ocurrió que, como él se afeita con cuchilla y jabón, le podría regalar una brocha de afeitado.
Empecé a darle vueltas a la cabeza y recordé que había pasado no hacía mucho tiempo por una tienda que tenía muchos enseres de higiene personal masculina. Recuerdo, que me había llamado la atención el escaparate porque estaba lleno de complementos curiosos, algunos de los cuales no sabía para que se utilizaban.
El comercio en cuestión es Cuchillerías Simón, una tienda que además de complementos para la higiene se dedica a la venta de muchas más cosas, preferiblemente cuchillos, tiene miles diferentes.
Al principio me dió un poco de reparo entrar, porque los dependientes me intimidaron, estaban tan maqueados detrás del mostrador que creí erróneamente que no iban a ser simpáticos. Al final la curiosidad y necesidad me hicieron entrar y allí estuve media hora conversando con ellos, me hicieron un master en brochas de afeitado.
Me fui encantado de la tienda, sabiendo que las brochas de afeitado han de ser de pelo de tejón, y que tienen un abanico de precios increíble dependiendo de la zona del bicho de la que provenga el pelo.
Si alguna vez tengo que comprar algún objeto de menaje para presentar bien la mesa o hacer un regalo curioso, seguro que recurro a ellos, te saben aconsejar y no se le ve ansioso porque le compre, es más, yo al final no compre la brocha.

Bienvenidos al cielo de McGiver, y es que en esta cuchillería tienen el surtido más grande que he visto yo nunca de navajas suizas Victorinox. Las hay con lupa, USB, medidor, sacador de roña de las uñas… en fin, cualquier cosa para sobrevivir en el bosque matando alimañas. Además de por este enorme surtido, me gusta esta tienda porque tienen un servicio de afilado de cuchillos que los deja perfectos, nada de limar la hoja hasta que el filo tenga 5 cm de alto, hacen un trabajo profesional de verdad. Así que ya sabéis, aventureros y/​o cocineros, aquí tenéis una buena tienda que visitar.