De todos los Dionisos de Madrid, éste es mi favorito. Teniendo todos la misma carta y los mismos precios, las raciones del Dionisos de Augusto Figueroa son infinitamente más grandes que sus compañeros homónimos y, los que somos de buen comer, lo agradecemos. Por ejemplo la hamburguesa(Bifteki gemistó), que en los otros Dionisos se limita a una fina y humilde porción de carne picada con algo de queso dentro, en este restaurante se convierte en una montaña espectacular de carne rellena de abundante queso con trocitos de tomate. No hay comparación. ¿Los postres? Otro tanto de lo mismo. Las porciones de tarta superan con creces las de sus restaurantes hermanos, incluso la presentación es mejor. Ah, y procura reservar, de lo contrario es casi imposible conseguir mesa.