D’Litos

No puedo decir qué tal está la comida porque ni siquiera la probé, así que por eso decidí ponerle dos estrellas al sitio… por aquello del beneficio de la duda. El caso es que llegué a comer motivado por un cartel exterior que hablaba de la «mejor hamburguesa de la zona» por 5.90 €. Mi acompañante y yo esperamos a que nos designasen una mesa, lo que jamás sucedió, así que mejor preguntamos a una camarera (que pasó de casualidad a nuestro lado) si podíamos sentarnos en el comedor a comer la hamburguesa que se anunciaba en la puerta. «No lo sé, ahora pregunto al chico», dijo. El «chico» era otro camarero, con algo más de experiencia, que se acercó a nosotros minutos más tarde para ver qué queríamos. Volvimos a preguntar por la hamburguesa de la puerta y dijo «no sé, es que hay varias». ¿Ah sí, cuántas hay y de qué son? preguntamos. «Pues varias, hay una de rabo de toro por ejemplo, ¿pero vosotros qué queréis?» Vamos, sentarnos a comer «la mejor hamburguesa de la zona», ni más ni menos. «Ah, vale, poneos donde queráis» dijo de mala gana.
Total que decidimos sentarnos a comer y nos tomó nota la camarera a la que preguntamos al principio, que nos entregó a mi acompañante y a mí dos cartas diferentes entre sí. En una no aparecían las raciones, en la otra no estaban los vinos y en ninguna se consignaba la «mejor hamburguesa de la zona por 5,90 €». Preguntamos a la chica por los vinos por copa y no supo decirnos, preguntó nuevamente al «chico», que nos remitió a la carta (fue cuando nos dimos cuenta de que a cada uno se nos había dado una carta diferente). La agonía se prolongó al preguntarle por la hamburguesa de 5,90 € anunciada en la puerta. «Ah, es que esa no pueden comerla aquí sino en la barra», por lo que fue a preguntarle al «chico» si podíamos comer esa hamburguesa en el comedor. Finalmente regresó con la esperada anuencia.
La gota que colmó el vaso vino cuando preguntamos cómo era la famosa hamburguesa de 5.90 € (recordad: la mejor de la zona) y en qué se diferenciaba de la que aparecía en la carta (queso, lechuga, etcétera) y que costaba 9 €. «Ufff, no sé, tengo que preguntarle al ‘chico’». Acto seguido nos levantamos y nos fuimos. No me apetece regresar a comprobar si realmente sirven la «mejor hamburguesa de la zona por 5,90 €» o de qué se trata. Comimos un menú con primero, hamburguesa, postre y bebida por 10,90 € en otro local, a pocos metros del ‘D’Litos’. Mejor nombre que este no creo que exista, porque lo que nos pasó allí tiene bastante delito.

Me encanta el restaurante, la relación calidad precio es espectacular. He ido a cenar en grupo y es genial. Os lo recomiendo a todos!!!

muy agradable sitio, acogedor, excelente trato y disposición del personal
muy buens copas