Efecto 2000

No estoy de acuerdo con el comentario de Nuria. Si te compras un ventilador potente y barato, va a hacer ruido. Si te lo compras con LEDs, es normal que brille.
Antes de hacer todas mis compras de componentes por Internet, siempre compraba en Efecto 2000. No es una gran cadena, pero posiblemente los mejores precios de la capital.
Como tengo conocimientos en este ámbito, siempre que me acercaba iba a tiro fijo, así que quizás sea verdad que no sepan asesorar bien a sus clientes como dice el comentario anterior, pero he tenido equipos suyos muy baratos que me han durado muchísimo tiempo, así que los recomiendo :)

Recuerdo esta tienda como entre sueños de un tiempo pasado. Una época en la que los pcs y sus múltiples problemas todabía amargaban mi existencia. Por suerte esa época ya terminó y hace tiempo que en mi vida solo está mi querido mac.
El último pc que tuve fue especialemente problemático, y una de las averías que sufrimos (porque sufrimos tanto él como yo) fue que se apagaba por sobrecalentamiento. Un amigo informático me recomendó que probara a cambiarle el ventilador por uno más potente a ver si así conseguía volver a trabajar tranquilamente. Ese mismo colega me recomendó que fuera a Efecto 2000.
La verdad es que todo fue muy bien, llegué alli, explique mi caso, me enseñaron los ventiladores que podían encajar en mi torre y finalmente me llevé uno superpotente y megafashion a muy buen precio.
Cuando llegué a mi casa lo coloqué en el interior de la caja y lo encendí. Mi ordenador había dejado de ser un ordenador para convertirse en un avión! mama! que ruido metía aquel bicho!
Además resultó que también emitia una luz azul bastante intensa rollo fluorescente.
Vamos que ver una peli en el ordena se volvió una odisea entre «pon el cojín más pa acá que me da la luz en toa la cara» y el «que han dicho?» «si esque no oigo na con ese ruido!»
Eso sí, el ordena no se volvió a apagar más.
Lo que más agradecí cuando cambié aquel helicoptero a punto de despegar por un nuevo y brillante mac fue la paz y el silencio extremo que pasaron a acompañar mis horas de curro.