El Cocinillas

¿Por qué tanto ruido?
Reseña publicada originalmente en 11 870 el 22/​09/​2015
Llevaba mucho tiempo queriendo visitar El cocinillas pero, bien porque no conseguía reserva, bien porque cuando buscaba restaurante se me olvidaba éste, nunca lo había hecho hasta el viernes 18 de septiembre.
Al final fue un amigo que me invitaba el que dio el paso por mí.
A decir del ‘pagano’ «A mí ni fu, ni fa. No se come mal. No es caro y me han cogido el teléfono.»
Suscribo del todo la crítica de mi sponsor aunque como se queda pobre vamos a por lo menos a hacer una reseña de los platos. Sobre todo porque, dado que la cena no fue memorable, si no lo hago pronto se me acabará olvidando.
Para compartir: Unos huevos estrellados trufados con patatas paja, jamón y tomate seco. Ya que mi amigo invitaba resueltamente decidió que con un único entrante para compartir íbamos que pegábamos palmas (ratuza). No quiero ser heterodoxo pero esto fue lo mejor de la cena. En serio, unos huevos estrellados.
Segundos: Había un predominio de platos de pescado pero a mí no me apetecía pescado. Finalmente pedí el cordero asado con miel y romero con patatas a lo pobre. Fallo total. El cordero llegó deshuesado en dos trozos sobre un flan de patatas a lo pobre. Pues bien, el corte del cordero era malo, con partes como gomosas y encima no estaba caliente. Para mí lo peor de la cena. Mi amigo pidió las carrilleras/​carrilladas. Dijo que estaban buenas, yo creo que no las he probado malas en ningún sitio así que no es un milagro de Lourdes.
Postres: Soufflé de chocolate negro con helado de vainilla y Tarta de limón. Yo habría tirado al postre con chocolate porque es un acto reflejo que tenemos la gran mayoría de los mamíferos depredadores, pero al ser un soufflé con chocolate negro en su interior (un coulant) me esperaba un postre precocinado de La Sirena. Aún no he estado en ningún restaurante en el que lo ofrezcan que no sepa exactamente a eso. Así que pedí la tarta de limón. Mi amigo fue incapaz de reprimir el reflejo de cazador-​recolector y pidió uno. Contra todo pronóstico el postre era el dichoso coulant de La Sirena. La tarta de limón estaba buena, sorprendentemente. No para echar cohetes pero estaba buena.
Con cervezas Mahou y agua no tengo la menor idea de lo que costó porque queda feo mirar la cuenta cuando te invitan pero, ahí sí cumple, no debía ser caro.
Para mí una decepción, sin haber comido mal no creo que merezca la fama que tiene, que supongo que viene de estar situado casi en la calle Fuencarral donde la gran mayoría de alternativas son hamburgueserías.

Muy buen servicio, buena mesa, buena comida… muy rica aunque algo breve. Como siempre y en todos lados el vino caro!
Podéis pedir cualquier cosa que acertareis. Nosotros probamos las croquetas, la carrillera la lubina y la ensalada de aguacate con clamares. Los postres ricos también. Mejor no probarlos :).

Sitio chulo, atención fenomenal y carta con bastantes opciones a una justa calidad-​precio. Si vas, el timbal de aguacate con chipirón es casi una obligación.
En finde toca reservar o aparecer prontito.
Muy recomendable!

Fui la primera vez hace más de dos años por recomendación de un amigo mio, que le dije que me dijera un sitio chulo donde cenar bien de precio y romántico para ir con la pareja y acertó tan plenamente que nos dejamos caer alguna vez cada año :)
Siempre que voy me sigue sorprendiendo, por su carta tan cuidada y original, sus precios asequibles con una calidad en la comida excelente, el servicio impecable y la atmósfera que se respira. Es como un bistró francés, todo con mesas blancas muy sencillo pero elegante a la vez. La primera vez que fuimos pedimos las croquetas funghi porcini, timbal de aguacate, polpette sobre cama de verduras y una botella de vino blanco acompañada de un volcán de chocolate con vainilla y fresa, todo delicioso y por solo 50 €!
Las siguientes veces que hemos ido siempre hemos repetido las croquetas que son exquisitas y el timbal de aguacate con chipirones que hace que se convierta en una explosión de sabores con el aguacate macerado mezclado con los chipirones que están jugosos y frescos! He probado también el risotto con trufa y el cordero y la verdad que todas las veces que hemos ido jamás me ha decepcionado ningún plato.
Me encanta la idea que tuvo el dueño (que por otra parte es super atento y se acerca para saber si todo ha sido del agrado, y eso gusta porque lo hace mas personal y se ve que se preocupa por el cliente) de mezclar cocina mediterránea, italiana, árabe. Además le oí hablar en italiano y también en un perfecto ingles.
En resumidas cuentas, sitio que merece la pena para comida familiar, pareja, amigos… La única pega es que otra vez que fuimos pedimos caña y te cobraban por una caña en tubo pijo 3 €! Así que recomiendo siempre vino sale mejor al final. Con el entrante de paté de aceitunas casero y sus crostinis, un entrante para compartir, dos segundos y un postre mas el vino, te quedas muy bien y por muy buen precio. La media del plato va desde los 7 – 14 €.

Family run, home style Italian in a chic, modern, white tablecloth setting. We loved the mix of Italian, Spanish and Arabian influences. The food is tasty, well made and simply presented, the portions were a good size and we all enjoyed our meal. The ingredients were fresh and the slight twist on traditional Italian recipes added a Spanish spice here and there.
The wine list is simple and had less options by the glass than we expected, but the wines on offer were all high quality. We enjoyed a lovely rose.
The service was friendly, helpful and personal. El cocinillas is not cheap, but for a special night out, it was easily worth it.

Burrata with garlic prawns, slow roasted lamb in a honey glaze, chocolate soufflé with vanilla ice cream… Amazing! Even the bottle of house Verdejo (Rueda) was outstanding and all reasonably priced for the quality and atmosphere.

Cuando llegas el sitio te enamora. El ambiente a bistro francés, con las mesas preparadas inmaculadas, y una atención por parte de todos los camareros impecable.
La carta es llamativa y diferente, tal vez, y solo por ser un poco pijotero, se han pasado con la personalización y hace que muchos de los platos sean difíciles de leer, pero entiendo que ese es parte de su encanto y no se lo tengo mucho en cuenta.
Carpaccio de calabacin, aguacates con chipirones, y cordero de segundo.
Platos llamativos y diferentes con nombres bonitos, pero el resultado es una cocina que ha desgastado su entusiasmo solo en es eso.
El carpaccio de calabacin, resulto incomodo de comer, con unas tiras simples de calabacin, un poco de mostaza de grano, queso parmesano y el tomate… y si no llega a ser por el resto de los ingredientes resultaba incomestible.
El aguacate con chipirón, estaba bastante bueno, fue una combinación novedosa y con gusto. Tal vez, y esto es solo gusto propio, un poco más de sazonamiento al aguacate no le vendría nada mal para conseguir un sabor un poco más intenso.
El cordero, que además fue la recomendación del camarero, no era ni digno de un menu de 9 euros. Duro, mal preparado, con una salsa que se pasaba tres pueblos de dulce, y unas patatas a lo pobre, que pecaban de eso mismo… de pobres, totalmente insípidas. Eso añadido a que la ración era la mínima expresión de una tapa. Para un plato que costaba más de 14 euros, sin duda se espera mucho más.
A lo mejor, fue un mal día para conocerlo, pero desde luego de momento no entra ni de cerca dentro de mis sitios a recomendar.

This is hands-​down my favorite restaurant in Madrid! The service is great, the atmosphere is pleasant, clean, and romantic, and the owner is very hands-​on.
My girlfriend came to visit me from the U.S., and I took her here on her birthday. We came in without a reservation, and the owner squeezed us in (I have tried to come here on several other occasions without a reservation and failed). My girlfriend does not speak Spanish well, so the owner gave her a menu in English and explained his favorite dishes to her. The service was great, and the waitstaff also gave us some pointers (For example, they suggested that I order the venison. I usually like meat rare, but they suggested that I have it cooked medium rare or medium, which was the right call).
We had the burrata with prawns and garlic and the curry mussels to start. The burrata dish may be the best appetizer I have ever had. SO delicious.
For our mains, we ordered the venison and the chicken tagine. The venison was unbelievable. I only tried a bit of the chicken tagine, but my girlfriend liked it.
For dessert, we ordered the chocolate soufflé and the apple tart filo pastry. The chocolate soufflé is out-​of-​control good. The apple tart had a certain spice to it, and they pair it with ice cream.
We also had a bottle of wine.
Our total bill came out to around 80E. Not too shabby for such an impressive meal.
We loved our meal so much that we came back on her last night in Madrid.
We had the burrata starter again. She ordered the venison, and I ordered the lamb. The lamb has a honey sauce and is delicious. For dessert we shared a chocolate soufflé, and because we were going out for drinks after, we ordered our wines by the glass. Our total bill came out to around 55E.
The restaurant is rather small, so I definitely recommend making a reservation well in advance (several days). Talk to the owner. He speaks English and Spanish (and possibly a few other languages). He’s very nice and helpful. He is clearly very hands-​on, and his attention to detail shows in the quality of his restaurant. He knows the menu inside and out and can suggest the best things to order.
I will definitely be back there soon!

This place was fantastic. We picked it at random from a travel book I grabbed a few hours before boarding the plane for our trip. (We were on vacation from the States to Madrid.)
The food is Mediterranean, more than Spanish, I would say. We came in at about 9 PM and were asked if we had a reservation. My Spanish is limited, but some of the servers spoke English. We did not and they looked concerned. A man that came over that we later learned was the owner explained that he had a reservation at 11 PM, so if we were done by then he could get us a table.
The owner took the time to give us menus, translate the menu, make recommendations for appetizers and entrees and even talked to us for a few minutes about his time in the states and how he ended up owning the place.
The food was AMAZING. His recommendations were delicious and the cost was VERY reasonable. We had four people in our party. We got a bottle of wine, two appetizers, four entrées and two desserts and only spent 30 euros each, including tip. The food was very fresh and extremely well prepared. The avocado squid appetizer is a must have!
The servers were quick and courteous. The place was clean and the ambiance was cozy but contemporary and clean. I would make a point to go back here the next time I am in Madrid.

Todo un descubrimiento. Comida mediterránea y elaborada. Está basada en platos tradicionales pero con un toque especial.
Lo primero que me encanto es que te ponen una jarra de agua nada más llegar, todo un detalle hacia el cliente, y como aperitivo una mantequilla especiada. Así que la entrada ya se hace muy agradable. Y es que en general, el trato fue una maravilla.
La carta no es muy extenso, pero es variado. Y tanto en los entrantes, como en los principales y en el postre, estaba tan buena la parte principal del plato como los contornos (algo tan sencillo como la nata del postre era ya una delicia).
La decoración es acogedora y el restaurante muy cómodo.
Salimos a 30 € por persona, con vino y postre, y teniendo en cuenta la calidad (y el trato, que fue hiper-​profesional!), me pareció un precio muy razonable.

Gran restaurante!
Muy buena relación calidad precio… Fresas con nata espectaculares.
Contras: No aceptan Amex y el servicio un poco lento (pero merece la pena)

Lo indispensable es reservar primero si quieres probar el restaurante en fin de semana. El sitio es relativamente nuevo, pero ya tiene muy buena fama y muy merecida.
Es una mezcla de sabores, con la cocina tradicional española como base, pero con toques italianos, marroquís y franceses. Destacan los mejillones con salsa de chalotes y curry, las croquetas de fungi pacini con cebolla caramelizada (croquetas a la italiana, que descrubrimiento), vienen seis, son bastante suaves y con un sabor muy intenso a setas. Si te gustan las setas estas croquetas te encantarán.
De los platos principales mi chico se queda con las albóndigas al estilo siciliano, pero yo prefiero si lugar a dudas el magret de pato o el cucús con mero y vegetales, presentado en forma de brocheta. Y de postre un gin tonic en texturas, una especie de helado/​gelatina que no se muy bien a que sabe pero que me encantó.
¿El precio? unos 25 euros por persona muy bien pagados.

He estado en este sitio sólo una vez, pero no he repetido porque ha sido hace relativamente poco y no he tenido tiempo, aunque lo tengo en mente. Es un restaurante con un servicio muy cuidado y con una atención perfecta ofrecida por el maître Julián.
La decoración es muy agradable, con aires parisinos. Situada al lado de la concurrida Plaza de San Ildefonso, se convierte en una buena alternativa muy a mano tanto de cualquier paseo por el centro como de nuestro bolsillo, ya que no es nada caro, en torno a los 25 euros por persona. Además, si quieres puedes rematar la comida o cena con una copa por 6 euros, con lo que encima de ahorrarte un dinerito, te aseguras de que lo que te ponen no es garrafón.
La única pega es que el local no es muy grande y, si vas a cenar un fin de semana, es mejor reservar, pues dependiendo de la hora puedes quedarte perfectamente sin sitio. Si al final te animas, no olvides probar las croquetas y la magret de pato, que me pareció exquisita. De todos modos, no dudes en pedir recomendaciones a los camareros porque no fallan.

Complicado conseguir mesa sin reservar, así que ese es mi primer consejo, llamadita y a disfrutar. El Cocinillas no lleva mucho tiempo abierto, y su éxito es ya notable, y cuando probéis comprenderéis por qué. El trato es excelente, para empezar, y la comida exquisita. Es raro, porque los platos son modernos, innovadores, pero no se salen tanto de lo normal como para despistarte y hacerte sentir perdido delante de la carta. Comida española básicamente, pero con un toque especial, es difícil de explicar, mejor comprobarlo en directo. El precio es también bastante aceptable, no es baratísimo, pero no tan caro como se podría esperar de un local así, aunque para mi gusto algunos platos son un poco escasos, pero vamos, ración razonable.

Lleva poco más de un año abierto y ya es difícil conseguir mesa, por lo que recomiendo reservar con un par de días de antelación. Combina cocina española con toques franceses e italianos. La carta de vinos no es muy extensa pero tiene una buena selección, y el maître la amabilidad suficiente para explicar el que más se ajusta a los gustos del comensal.
Me da la impresión de que no es nada caro en comparación con la comida que sirven, y creo que si siguen en esta línea va a convertirse en uno de mis favoritos. Yo cené de carta, pero alguna vez que he pasado por ahí le he echado un vistazo al menú del día y tiene una pinta extraordinaria.