Un bar bastante mítico, un poco«antro» pero con mucha solera y sobre todo, siempre con gente. Otro de esos sitios comodín, en los que cualquier día de la semana te encuentras gente tomando copas o jugando al futbolín. El dueño es además muy simpático y te pone unas muy buenas copas por 4,5 euros, precio muy agradecido. Desde fuera parece bastante más siniestro de lo que luego es. Se anima mucho los fines de semana a primera hora, donde la gente se toma sus copillas antes de salir. Te encontrarás a muchos habituales, que lo visitan semanalmente llueva o nieve. Perfecto para tomar unas copas con los amigotes entre semana, cuando no sabes muy bien dónde ir.