El Kinze de Cuchilleros

Ya hacía un tiempo que no me pasaba por el Kinze de cuchilleros, y es que desde que me mudé de zona hay veces que me da un poco de pereza subir al centro, sobre todo para cortarme el pelo y cualquier otra acción no relacionada con levantar el codo.
Total que me he vuelto a pasar, el motivo, mi peluquera/​barbera ha dejado de trabajar en la peluquería que había adoptado en mi nuevo barrio, y claro, … he vuelto al origen.
Está como estaba y espero que siga así por mucho tiempo (seguro). Tenía que cortarme el pelo, arreglarme los cuatro pelos de rata que tengo por barba … y me presente a dos minutos del cierre … me cogieron … eso sí solo para la barba y por suerte, porque era lo que más necesitaba. El chico era nuevo entre comas, porque ya había trabajado con anterioridad en la casa.
Como siempre, buen trato, buen ambiente y pocas prisas. Resultado… he vuelto a casa!

Buena experiencia arreglo de barba correcto a tijera y peluquero bastante agradable, lo recomiendo.

Seré sincero, en el Kinze de Cuchilleros no abundan los peluqueros con cortes inspirados en las últimas tendencias de Berlín. Tampoco suena el ranking de electrónica de la Rockdelux, ni hay una bicicleta fixie colgada de la pared, ni puedes comprar ropa retro o tomarte un gin tonic floral mientras esperas tu turno.
Eso sí, lo que hacen con maestría es cortar el pelo. A 12,50 el corte, con charla amena y a buen ritmo. Recomendadísimo.

Really nice hairdresser, super friendly and the wait wasn’t too long, roughly 15 min. That’s pretty fair with no appointment.
Got a haircut and a proper shave as well which was amazingly thorough and the price for all was 23 € so no complain at all! Will go there again when iam back in madrid!

Esta barbería es legendaria y de verdad me gustaría decir que fue la mejor afeitada que jamás he tenido, pero la verdad es que me dejó un poco desilusionado. La atención al cliente genial ya que el mismo propietario trabaja aquí y es una magnífica persona; el local queda en pleno centro de Madrid y tiene muy buen ambiente. Pero lo que todos queremos de una barbería de este calibre es atención al detalle y lamento admitirlo pero en está oportunidad no fue así, alomejor en otra oportunidad.

Entrar en el Kinze de cuchilleros es más que ir a cortarme el pelo. Es sumergirme en una experiencia. Esto es lo que ofrecen y lo que venden en la peluquería con más solera del centro de Madrid. No sólo es el aspecto absolutamente retro del lugar –conserva muchas de las cosas originales de allá por por principios del SXX– también es un espciao en el que la atención personalizada y la dedicación son clave y objetivo.
Me gusta que me conozcan, me gusta que sepan qué le va mejor a mi pelo, que no soy excesivamente hablador, que recuerden los gustos musicales y que cuando salgo me siento realmente bien con el corte de pelo que me han hecho.
Me reafirmo en que es si no mi peluquería favorita, una de ellas. Hay que probarla, no decepciona. Ah, y todo esto por apenas 12 euros.

Mi peluquería desde hace mas de 20 años que llevo en Madrid… primero con Alfonso padre y Rafa, ahora con Alfonso hijo de demás compañeros… Fidelidad al buen corte, horario perfecto (no cierran al mediodía) y trato genial.

Esta peluquería presume de ser la más antigua de Madrid (según me comentó uno de los peluqueros, lo sería de Europa si guardasen la documentación de una anterior que poseían los dueños pero que se perdió en el traslado a esta, su ubicación actual en 1900). Cortarte el pelo aquí es una pequeña experiencia, ya no sólo por lo auténtico del lugar y cómo te transporta más de 100 años al pasado, sino por lo agradables y simpáticos que son los peluqueros. Desde que lo descubrí, gracias a Unilocal,no voy a otro sitio, no es caro, te cortan bien y te tratan de lujo ¿qué más se puede pedir?.

#juevesdereseña
De que me sirve tener los clisos, sentrañas mías como luceros
De que me sirven mis negros rizos, si me maltratan como un negrero…
Y como los ojos no me los puedo quitar, ni apagar su brillo natural, algo que me ha caracterizado siempre, pues decidí deshacerme de mis negros rizos, y nada mejor que este sitio, que es la barbería más antigua y castiza de Madrid, donde te cortan el pelo sin modernuras ni extrañezas, y además te arreglan la barba, todo esto aderezado con un disco de rancheras cuyo sonido se ahogaba con los pitidos de las alarmas del Bender, Grindrs y esas cosas que tiene las maricas que tienen barba y que atestaban el sitio por supuesto, todo buena marica barbuda tiene que llevar la barba arregladita.
Si quieres que te corten el pelo, te arreglen la barba y tener la posibilidad de llevarte un marido osito a casa no lo dudes este es tu sitio, y todo a muy buen precio.

Una peluquería tradicional con aspecto de peluquería de principios del siglo XX pero donde el personal se ha renovado y cinco o seis socios se han aliado para tratar a la gente como en el siglo XXI, entendiendo las peticiones de la gente joven y demás. El precio es muy bajo y el trato es excelente, casi excesivo si tienes un poco de prisa o no te gusta dedicar mucho tiempo a tu pelo: más que cortar te lo esculpen al milímetro. Unos grandes.

Acabo de salir y estoy encantado con el servicio y, sobre todo, con la sensación de haber estado en un sitio con más de 100 años de historia. Por estas pequeñas cosas me gusta Madrid. En el resto de peluquerías me suelen despachar en 5 minutos, sin embargo, aquí han estado casi cuarenta minutos entre cortar pelo y arreglar barba, que es algo que nunca había hecho y estoy seguro que repetiré. Como dicen, corte de pelo 11.50, y 10.50 más si te afeitas o te arreglas la barba. Si lo pruebas, ya no querrás ir a más peluquerías…

Generalmente soy bastante cuidadoso con las peluquerías que escojo. Aunque suene a broma, tengo lo que todos conocemos como un pelo difícil (un pelo muy duro y que no permite ningún peinado), y lo cierto es que me cuesta encontrar a alguien en quien confiar para ponerme en sus manos. Así que, por lo general, intento no cambiar de peluquería nunca.
Pero hay veces que ¡ay! las circunstancias obligan. Mi peluquero de siempre estaba de vacaciones, así que pregunté a varios amigos por una peluquería en la que fuesen a tratarme bien. Y uno de ellos me recomendó esta.
Entrar en este lugar es una auténtica maravilla: es fascinante ver cómo este lugar se ha mantenido prácticamente intacto desde hace alrededor de cien años. Mantiene algunos de sus elementos originales, como las sillas. Y, además de eso, hay cientos de marcos con noticias, fotografías antiguas, recortes de prensa…
El corte de pelo, me costó 11,50 euros. Y el afeitado, 9,5. En total, 21 euros. Es un poco más cara que mi peluquería anterior, pero definitivamente, la experiencia es mucho mejor en esta. Acabé verdaderamente encantado con el corte de pelo. Por ponerle una pega, me dejaron las patillas algo más cortas de lo que las quería (y soy muy pejiguero con este tema, os lo puedo asegurar). Pero imagino que, la próxima vez, llegaremos a un acuerdo.
Un último apunte: a pesar de que fui un sábado, día de máxima afluencia en las peluquerías, ni siquiera tuve que esperar. Algo que se agradece mucho.

Una barbería tradicional de las de toda la vida. Es difícil ver un local que aun mantiene la estética de la época. He pasado muchas veces por delante de este establecimiento y por dentro está lleno de recuerdos de la época. Tiene los asientos originales. La verdad es que si se ha mantenido desde 1900 en pie es una suerte, porque ya no quedan barberías así.
El precio del corte de pelo son unos 10 € y también puedes recortarte la barba, quien la tenga, por unos 8 o 10 €, seguramente habrá gente que aun lo haga.